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11/03/2022

FMI: Votos positivos pero diferenciados en sus fundamentos, por María Belén Aramburu

La mayoría de los votos cursó un sentido positivo para lograr la media sanción y lo que se defendió fue evitar el default.

FMI: Votos positivos pero diferenciados en sus fundamentos, por María Belén Aramburu

Fueron 13 horas de debate. La batalla se vivió afuera del Congreso con la violencia absolutamente repudiable de quienes protagonizaron gravísimos incidentes contra la integridad y la vida de miembros de las fuerzas de seguridad y daños materiales al edificio del Parlamento principalmente arrojando piedras al despacho de la vicepresidenta de la Nación y titular del Senado, Cristina Fernández de Kirchner quien, paradójicamente, se opuso y opone al acuerdo que ayer se votó en la Cámara Baja con el voto negativo de su hijo, Máximo Kirchner quien dicho sea de paso, hasta renunció a la presidencia del bloque por sus discrepancias respecto del mismo, sumado al voto negativo de varios integrantes del Frente de Todos.

Si bien habrá que esperar cuál será el voto de la presidenta del Senado Cristina Fernández de Kirchner, ya que por ahora el proyecto sólo contempla la media sanción de Diputados, sus declaraciones públicas tanto antes como durante y después del tratamiento parlamentario, fueron contrarias a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Fue justamente su hijo quien votó en contra y arrastró consigo a gran parte del bloque del Frente de Todos. Fue Máximo Kirchner quien dejó expuesta la fractura del frente que integra en una decisión que para el gobierno era y es muy importante para evitar el default. Pero la lectura que se haga del voto de Cristina Fernández en la Cámara Alta será más rigurosa todavía. Ella acompaña al presidente Alberto Fernández en el gobierno como vicepresidenta del Poder Ejecutivo que él ejerce. Sus exposiciones no lo acompañaron. ¿No lo hará tampoco en esta oportunidad? Sobre este tema y la postura del gobierno pueden releer editoriales que he escrito en @Haceinstantes.

Si bien la mayoría de los votos cursó un sentido positivo para lograr la media sanción, y lo que se defendió fue evitar el default, esos votos fueron diferentes en cuanto a su sustento. La verbalización de esas diferencias entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio se mostraron tenues.

Juntos por el Cambio mostró una brecha ideológica grande cuando uno de los partidos políticos que lo integra, la Unión Cívica Radical, hizo hincapié, al igual que el presidente Alberto Fernández y todo su gobierno, en que la deuda fue contraída por el ex presidente Mauricio Macri. Las aguas se calmaron, sobre todo con las expresiones en este sentido del gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales, cuando acordaron adoptar una postura común. Además el PRO en su ala más dura negoció con sus pares partidarios para apoyar el proyecto pero dejando en claro que es “una bomba de tiempo que explotará en la cara del próximo gobierno”, que “cargará el peso del ajuste sobre el sector privado” y que se postergan reformas estructurales, sin alterar “el corazón de la política económica kirchnerista” siendo que la que promueve el acuerdo es inflacionaria. El jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodriguez Larreta, quien se ubica en el ala moderada del PRO, junto con quienes sostienen un punto intermedio en el partido y Juntos por el Cambio, interpretó que el apoyo al proyecto implicaba la prevención del default y sus consecuencias.

La Coalición Cívica mantuvo esta misma postura por medio de sus legisladores. Pero fue Elisa Carrió quien, además de atribuirse el triunfo en la negociación, felicitó a su partido por “haber llevado adelante la estrategia de evitar el default, privilegiando los intereses de la Argentina por sobre los intereses especulativos y personales”. Y el consenso de los legisladores de Juntos por el Cambio brindando sus votos positivos al proyecto, alude a, principalmente, honrar la deuda mediante una votación que finalmente se restringió a la refinanciación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, habiéndose eliminado el aval del programa económico que apareció en un principio en el documento que iba a ser tratado en el Congreso.

Dato a resaltar: Juntos por el Cambio tuvo una contribución porcentual mayor a la coalición gobernante aportando el estimado de 55% mientras que el Frente de Todos lo hizo con un 37% merced al voto negativo de Máximo Kirchner y muchos de sus representantes en el Poder Legislativo, pese a los denodados y vanos intentos del presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa y el titular del bloque del Frente de Todos Germán Martínez, que más pudieron hacer por lograr la unificación del voto junto con la coalición opositora para lograr la mayoría necesaria para la media sanción.

Las asperezas más duras y fuertes fueron pronunciadas por los partidos de los extremos, pertenecientes a la derecha y a la izquierda en sus máximas expresiones y representaciones. Sus votos fueron iguales. Los dos sectores votaron en contra del proyecto. Pero sus diferencias fueron tan grandes como la separación que habita entre ambas ideologías.

Así es que se escuchó a Javier Millei decir que el bloque de La Libertad Avanza que él lidera iba a votar “en contra de esta porquería” hasta”vamos a rechazar este proyecto porque es altamente cuestionable desde lo técnico y reprochable desde lo moral” y que “nosotros queremos vivir en libertad y este ajuste lo tiene que pagar la casta política, y sino, que se lo lleve puesto a todos “. También se refirió a que “hay que honrar las deudas y pagarle al Fondo” agregando que “el ajuste no debe caer en el sector privado”.

La izquierda, representada por el FIT, el PTS y el PO, rechazaron el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. El FIT fue por el lado de la negativa argumentando que “no avalamos la estafa de la deuda contraída por Macri” ni “los ajustes” que implicaría para los sectores populares y la política económica sometida a los designios que imponga el organismo multilateral.

Con la sanción obtenida en la Cámara Baja, será el Senado quien defina su aprobación en su totalidad habiendo quedado claramente expuestas las posiciones en las que se ubica cada frente político y los diferentes partidos que ocupan bancas en el Congreso.


María Belén Aramburu


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