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28/03/2023

El rol de Mauricio Macri en la política, por María Belén Aramburu

El ex presidente no será candidato en 2023, pero seguirá moviendo los hilos dentro del PRO y de Juntos por el Cambio.

El rol de Mauricio Macri en la política, por María Belén Aramburu

Mauricio Macri es un ex presidente y, como tal, detenta poder, como todos, o al menos la enorme mayoría de los que fueron primeros mandatarios en sus países, que ocuparon cargos que conllevaron a tomar decisiones que tuvieron gran relevancia en la población de los países que gobernaron. Como tal, sigue siendo una figura representativa en su espacio político, en el ámbito nacional e internacional, ya sea para los que le son afines como los que no.

Es cierto que el ex presidente no se bajó de una candidatura o precandidatura porque nunca anunció una. Pero hasta que no afirmó que no se iba a presentar, a través de un video, las especulaciones sobre esta probabilidad, lejos de desvanecerse, tomaban cada vez, mayor impulso. Él mismo alimentaba las versiones con sus reuniones, trascendidos y comentarios.

Incluso hay que darle la derecha a Macri sobre que ni él mismo sabía bien si presentarse o no. Debió evaluar las dos opciones en base a muchos datos, objetivos y subjetivos, tanto de encuestas, que de por sí son variables y pueden manejarse con mayores o menores certezas contemporáneas que, van oscilando con el tiempo, y pueden verse modificadas en el momento de las elecciones, y los políticos bien lo saben, el juego interno del frente que integra, las exigencias de definiciones ante la inminencia de las presentaciones de precandidaturas y el número de interesados, además de consideraciones personales que quedarán intrapuertas sobre si un segundo mandato era saludable o no para el bienestar familiar.

La definición de que no será precandidato presidencial en las próximas elecciones, no lo corre de la escena política. Estará en el centro de la atención durante esta semana, al compás de las repercusiones, y tomará decisiones, dentro del PRO y de Juntos por el Cambio, de manera directa. Por lo cual, su rol, será sumamente activo. Ya lo estamos viendo. Después de la maratón de apariciones públicas en los medios de comunicación y eventos varios, hace poco se reunió con dirigentes bonaerenses de su partido, para ordenar candidaturas para las PASO. Demasiados candidatos en un distrito que cuenta con la fuerza electoral del Frente de Todos, bastión que Cristina Kirchner y el kirchnerismo pretenden retener, al igual que Axel Kicillof, a través de un nuevo mandato. Demasiados candidatos propios y del frente en su conjunto. El protagonista del ordenamiento es Macri.

La intervención del ex presidente en el periodo eleccionario estará relacionada, según sus palabras, con su ecuanimidad: “Yo voy a ser ecuánime, que no es lo mismo que imparcial”, aseguró. Y la inclinación que demuestre por algún precandidato estará vinculada con quien tenga “las características para representar mejor el escenario en que estamos”, para agregar que “ahí lo diré, lo voy a decir”. Por lo que queda claro que apuntará a quien considere mejor represente los ideales e ideas de Juntos por el Cambio, comenzando con el PRO. Lo señalará y lo respaldará en la interna partidaria y/o frentista.

“Yo no me fui, no me voy, yo estoy”, insiste para expresar, principalmente, su rol activo en el armado de las precandidaturas. Con dos escenarios clave. El de hace unas pocas horas en territorio bonaerense donde aparecen Diego Santilli, alineado con el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, Nestor Grindetti, Javier Iguacel y Joaquín de la Torre con la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y Cristian Ritondo con la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, última en la lista de presidenciables calculados por intención de voto. Llevará un tiempo, pero no mucho. Hay una cronología impuesta por la ley, a ser respetada y cumplimentada.

El “yo estoy” tiene, a su vez, otra lectura. Porque Mauricio Macri era candidateable y medido como tal en todas las encuestas. Al no presentar una candidatura pero mantener la incertidumbre, incluso por él alimentada cuando veía en el panorama nacional alguna chance que convertía su presentación en atractiva, parte del electorado ubicado en la oposición, dirigía su intención de voto hacia el ex presidente. El “yo no me fui” de sus recientes declaraciones, expresa también la esperanza de retener los votos macristas, por los que Rodríguez Larreta, Bullrich y Vidal rezan para llevar a sus arcas, pese a que se podría establecer claramente, que un gran porcentaje de los mismos irían a parar a las huestes de la ex Ministra de Seguridad, si llega a ser precandidata en las PASO, cuestión en la que también Macri incidirá, para ser “ecuánime, pero no imparcial”.

Otro distrito que requiere de especial consenso es la Ciudad de Buenos Aires. Macri no mira a este distrito sino con los ojos de quien fue su Jefe de Gobierno durante dos mandatos consecutivos, continuados por quien fue su Jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta. Para el ex presidente no se trata de una cuestión que atañe a Juntos por el Cambio, sino al PRO, y su permanencia en el poder de la ciudad. Por eso es que, en el último encuentro que mantuvo con Rodríguez Larreta, se supo que le pidió su apoyo para Jorge Macri, en desmedro de quien aparece como su preferido, Martín Lousteau, del frente, pero no del PRO, y a quien Macri emparenta con el radicalismo, extracción de la que efectivamente proviene, y representa como senador. Hay otros candidatos del PRO como la Ministra de Educación, Soledad Acuña, el Ministro de Salud, Fernán Quirós, sin Emiliano Ferrario, vicepresidente primero de la Legislatura de la Ciudad, quien bajó su candidatura hace poco, todos del riñón del Jefe de Gobierno porteño.  Macri no quiere que se dividan los votos entre los potenciales precandidatos del PRO, por lo que pidió unidad a favor de su primo, su predilecto, al igual que lo es de Patricia Bullrich, y a quien, por el momento, favorecen las encuestas dentro del partido en el distrito.

La integración de Juntos por el Cambio cuenta con dos partidos más además del PRO en el que Mauricio Macri tiene centrados sus ojos. Hace rato que viene mirando de reojo al radicalismo, el cual creció en fuerza y territorialidad y exige primeros posicionamientos en las listas, además de tener sus propios candidatos para las presidenciales, los cuales, a su vez, son considerados como probables compañeros de fórmula por algunos precandidatos del PRO, por ser parte del frente. Uno es el gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales, cercano a Rodríguez Larreta, y el otro es Alfredo Cornejo, cercano a Patricia Bullrich, quien también tiene cerca a Ricardo López Murphy. La Coalición Cívica cuenta con su propia líder como candidata a presidenta y, al menos, pretende ser considerada en todas las decisiones que próximamente se tomen en Juntos por el Cambio. A ella, Macri, la mira con cuidado.

A su vez, el kirchnerismo y el peronismo todo, se plantea un nuevo escenario en vistas a las próximas elecciones. Hasta a veces se coqueteó, entre bambalinas, de un lado y del otro, un potencial enfrentamiento en las urnas de los dos ex presidentes, Mauricio Macri y Cristina Kirchner. Descartada esta posibilidad, y siendo que Cristina dijo que no se va a presentar a ningún cargo pero disfruta y alienta los operativos “clamor: Cristina 2023”, las miradas intentan escudriñar si se presentará o no, y si habrá prontas definiciones al respecto. Al igual que también se posan en los movimientos del presidente Alberto Fernández, a quien se lo ve, aún con entusiasmo para ser precandidato y pelear en las internas con los actuales rivales anotados y algún otro que pueda aparecer en el escenario del Frente de Todos.

Mauricio Macri no será candidato a presidente en 2023, pero seguirá moviendo los hilos dentro del PRO y de Juntos por el Cambio, antes, durante y después de las elecciones, mientras el poder del que goce, se lo permita.

María Belén Aramburu

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