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25/02/2022

Otra vez el horror de la guerra, por María Belén Aramburu

El mundo está en peligro.

Otra vez el horror de la guerra, por María Belén Aramburu

Otra vez el horror, el dolor, el sufrimiento de una guerra. Como si el ser humano no hubiese conocido los desastres que provocan las guerras, las consecuencias de los conflictos bélicos, de los enfrentamientos armados, la devastación que traen aparejados.

El horror se ve en cada rostro de los ciudadanos que deambulan por las calles, perdidos sin rumbo, algunos con sus hijos en brazos, intentando explicar lo inexplicable. Se lo ve en aquellos que encontraron un refugio donde guarecerse, en los subtes, en subsuelos, donde sea, en los que hacen largas filas para obtener algo de alimentos y bebidas para sí mismos y sus familias, en los que se fueron y los que tratan de huir.

El refugio se ha vuelto, lamentablemente, una situación más que habitual en Europa. Provenientes de Siria, de países africanos y otros, debieron abrir sus fronteras, algunos más receptivos que otros. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se encuentra en peligro. El primer mandatario expresó que tanto él como su familia son blancos del presidente ruso, Vladimir Putin, por lo que Francia, a través de su Ministro de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, ha ofrecido su ayuda si fuera necesario. Los ucranianos están en peligro. Hay víctimas fatales y heridos por doquier, militares y civiles. Más allá de Europa la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, aseguró que su estado está listo para recibir refugiados ucranianos, recordando a su vez, que ese estado es el hogar de mayor población con origen en Ucrania que hay en los Estados Unidos.

“La última vez que nuestra capital experimentó algo así fue en 1941 cuando fue atacada por la Alemania nazi. Ucrania derrotó a ese mal y derrotará a éste. Detener a Putin. Aislar a Rusia. Cortar todos los lazos. Echar a Rusia”, escribió en su cuenta oficial de Twitter el Ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba. Las sanciones ya le fueron impuestas por la Comunidad Europea, los Estados Unidos y sus aliados, y la OTAN, tal como expliqué la semana pasada en Hace Instantes tiene la potestad de aplicar el artículo 4 para defender la seguridad de cualquiera de sus estados miembros, lo cual está siendo analizado a través de sus reuniones de carácter de urgencia. “Vladimir Putin debe entender que la alianza atlántica también es una alianza nuclear”, indicó el ministro francés Yean-Yves Le Drian.

En mi editorial anterior a través del título planteé como interrogante las posibilidades de guerra, guerra fría o paz que hace una semana ponían en vilo al mundo entero, mientras que del desarrollo del tema, concluí que dependía exclusivamente de los actores protagonistas en las decisiones que trascienden geopolíticamente una región determinada. Rusia optó por el avance de las tropas que tenía apostadas cerca de la frontera con Ucrania llegando, en primera instancia, desde Bielorrusia a Chernobyl y atacando su capital, Kiev, sede del presidente ucraniano y su gobierno.

El detonante de la invasión rusa a Ucrania tuvo como disparador la voluntad de parte del presidente ruso Zelenski, de integrar la Organización del Tratado del Atlántico Norte, con la pretensión de ser parte de Europa occidental, cuestión que no tuvo admisión hasta el momento. Rusia teme perder los beneficios económicos derivados de la exportación de gas a Europa, uno de sus principales ingresos, siendo que sus gasoductos pasan por todo el país gobernado por Zelenski. Con el argumento de la protección de civiles en el este de Ucrania, de “desmilitarizar” y no “ocupar” ese país, exigiendo a los soldados ucranianos “deponer de inmediato las armas e irse a casa”, los ataques comenzaron hasta alcanzar todo el territorio.

Por si alguien ve este tema como algo ajeno, lejano, tal como aclaré en mi editorial anterior esta guerra no tiene una circunscripción que atañe a Ucrania solamente sino que Europa está en peligro por su cercanía territorial más inmediata. Y el mundo está en peligro.

La solución nunca es la guerra. A esta altura debiésemos saber que las vías diplomáticas son las que se deben utilizar para dirimir conflictos entre los países. La guerra es muerte, de militares y de ciudadanos inocentes. La guerra es miseria, hambre, penurias económicas, es la degradación del ser humano. La Paz es la única opción.

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