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01/06/2023

Elecciones presidenciales: ¿El Frente de Todos debería ir a las PASO?, por Belén Aramburu

A veces, las PASO, se muestran como una rareza cuando las internas de los partidos y/ o frentes políticos, las esquivan. Para ello es necesario conocer sus razones y analizarlas, que es lo que los propios partidos y frentes hacen.

Elecciones presidenciales: ¿El Frente de Todos debería ir a las PASO?, por Belén Aramburu

Desde una mirada más estricta sobre las elecciones, las PASO son un “paso” obligatorio antes de llegar a las generales. No son ninguna novedad porque desde que se establecieron en 2009, durante la primera presidencia de Cristina Kirchner, por medio de un proyecto de ley impulsada por el kirchnerismo, que contó, entonces, con la adhesión necesaria para convertirse en ley en el Congreso, con la representación de todos los partidos políticos, son obligatorias.

A veces, las PASO, se muestran como una rareza cuando las internas de los partidos y/ o frentes políticos, las esquivan. Para ello es necesario conocer sus razones y analizarlas, que es lo que los propios partidos y frentes hacen.

Atrapado en su propia historia, el kirchnerismo no sabe qué hacer. Es que su sustento principal, hoy por hoy, es Cristina Kirchner. El liderazgo le pertenece a la vicepresidenta y ella no se va a presentar como candidata a las elecciones presidenciales. Ejerciendo su poder, podría imponer, como en otras oportunidades, “su” candidato. Pero sería imponerlo sobre el sector sobre el que continúa ejerciendo su hegemonía, ya que, el otro, el que forma parte del mismo gobierno al que pertenece, mira para otro lado y tiene sus potenciales candidatos.

Teniendo más dudas que certezas sobre el candidato más conveniente, los ojos de Cristina Kirchner, estarían puestos en el Ministro de Economía, Sergio Massa o en un dirigente de La Cámpora, muy afín a ella y a su hijo Máximo Kirchner, otro ministro, el del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro. El primero no quiere ir a las PASO porque bastante tiene con su trabajo en la cartera económica, como para enfrentar una interna, rivalizando con otros aspirantes a la presidencia, y que hasta podrían llevarlo a renunciar a su cargo, para ocuparse de una campaña. Si fuese ungido por la vicepresidenta, sabe que habría acatamiento sobre su figura, y evitaría el desgaste previo y durante que conllevan las PASO, con el consecuente resultado incierto.

El Ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, estaba postulándose como candidato probable del kirchnerismo antes de la que fue la más contundente hasta el momento, decisión de Cristina Kirchner, de correrse de la escena del “clamor” por otro período  presidencial, operativo del cual también el ministro formaba parte activa. Los pasos tibios del titular de la cartera del Interior se volvieron más firmes cuando escuchó, una vez más, y de manera más explícita, de boca de su jefa, su determinación, pese a los cánticos a su favor proclamando “Cristina presidenta”.

Respecto de las PASO, desde ya que el Ministro del Interior, desearía evitarlas, siendo ungido como único candidato. Pero sabe que hoy, esa opción, no es posible. De hecho sus últimas declaraciones van a tono con las elecciones primarias, cuando afirmó que le parece que “por las características de la ley de las PASO, si hay un sector que quiere participar de las PASO y no quiere participar del consenso, lo más probable es que esa discusión termine resolviéndose en unas PASO”.

De Pedro, que no habla sólo en su nombre, porque lo hace en relación al sector que representa dentro del peronismo, ha manifestado que tiene “el objetivo de ampliar el Frente”, en sintonía con lo expresado, en otra oportunidad, por Máximo Kirchner. Cuando se lo escucha, surge la pregunta de cuál sería esa extensión, si a otros sectores del peronismo, como, él mismo dijo, ocurrió en 2019, cuando fueron a buscar al Frente Renovador de Sergio Massa. El ministro asume la respuesta aludiendo a “actores de la sociedad civil”, y “no tanto personajes de la política”. ¿Se debe inferir que peronistas? ¿O se podría expandir el kirchnerismo a otros actores de la vida política? Como lo hizo Juntos por el Cambio que armó un frente de tres partidos políticos. El kirchnerismo atrajo a varios dirigentes del radicalismo, por poner un ejemplo, pero ya nadie los ve como radicales, a diferencia de que, en la oposición, la UCR, mantuvo su identidad. ¿O el kirchnerismo prefiere a algunos que estén al margen de la política? Que no creo se condice con la esencia del fervor peronista.

El presidente Alberto Fernández no se presentará a las próximas elecciones como candidato, pero quienes lo acompañan claman por las PASO, ya que no se corresponden con el kirchnerismo puro, pese a ser todos parte de un mismo gobierno. Así aparece la Ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, quien, además de ser parte del gabinete de Alberto, y de haberlo acompañado desde que el Grupo Callao, se muestra claramente en sintonía con las PASO. Y, dando un paso más, confirmó su candidatura a la gobernación de la provincia de Buenos Aires, en la lista de quien pretende una revancha luego de 2015 después del triunfo de Mauricio Macri, Daniel Scioli. “Scioli y yo iremos a las PASO”, sentenció, en su jugada por competir, de ser necesario, contra el actual gobernador que estaría buscando su reelección en el distrito.

Hay otros candidatos, por cierto, como el Jefe de Gabinete, Agustín Rossi, el dirigente Juan Grabois, y quizás Axel Kicillof, para la presidencia. Algunos desistirían de postularse de haber un candidato elegido expresamente por Cristina Kirchner. Otros buscan desafiar el “verticalismo” al que hizo alusión Alberto Fernández en sus últimas declaraciones, instando a la renovación y transformación del peronismo, sin Perón, y sin nadie quien se le asemeje, según declaró, enfatizando sobre la necesidad de las PASO. La interna está claramente expuesta y parecería difícil evitar las primarias. Aunque, hasta último momento nunca se sabe. Incluso Cristina puede fijar una estrategia definida en el último minuto, como ya lo hizo anteriormente. Y, además, dentro del kirchnerismo, sigue siendo la jefa.

Las campañas internas conllevan desgaste, ya se sabe. Y dinero. Dinero también cuestan las PASO. Pero, estando establecidas por ley, ¿por qué el propio kirchnerismo que las ideó, impediría que el electorado en su conjunto dirima al mejor candidato de los precandidatos para las elecciones generales? Si se pensara en evitar las internas bajo la lupa del electorado en su conjunto, las PASO no debiesen existir, por la propia naturaleza que de ellas se desprende.

Cuando “las papas queman”, todos intentan llegar a un acuerdo, convencidos o no, entusiasmados o no, a sabiendas que dejará conformes a unos, y desencantados a otros, hasta incluso resentidos, cuando la única chance es el consenso, acordado a desgano. La historia reciente demuestra que, cuando el peronismo está por perder las elecciones, llegan los acuerdos. Aunque, algún sector más rebelde, como el representado por Juan Manuel Urtubey, Juan Schiaretti, Florencio Randazzo y Roberto Lavagna, permanezcan inflexibles en sus convicciones.


María Belén Aramburu

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