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11/01/2023

Elecciones 2023: Similitudes y diferencias con las de 2019, por María Belén Aramburu

Al igual que en 2019, la grieta aparece en un escenario de aspiraciones electorales para los candidatos del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio.

Elecciones 2023: Similitudes y diferencias con las de 2019, por María Belén Aramburu

Las similitudes y diferencias del panorama que presentan las elecciones de este año con las de 2019, sólo pueden ser analizadas en la contemporaneidad de lo observable y destacable, en cuanto al rol que van desempeñando las distintas fuerzas políticas, con el vaivén de candidatos que se van sumando y las internas que van aflorando.

Al igual que en 2019, la grieta aparece en un escenario de aspiraciones electorales para los candidatos del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio. Con una enorme diferencia. El rol de Javier Milei desde La Libertad Avanza, cumple un papel importantísimo, revelado por todos los encuestadores, más allá de la variabilidad en la presentación de números y porcentajes. Algunos lo ubican tercero en las presidenciales, otros hasta segundo, o triunfador, lo cual, ubicado lejos de la grieta de los dos principales frentes, pisa fuerte en intención de voto, conocimiento de parte de la ciudadanía, y extensión en lo pública que su figura se ha convertido, traspasando la Ciudad de Buenos Aires, desde donde, hace poco tiempo, arrancó.

No hay ningún candidato que, en representación de su espacio político, pueda, por el momento, alzarse con el triunfo completo de las elecciones, sin pasar por una segunda vuelta. Y eso que antes deberán transitar el camino de las internas a través de las PASO, y antes de las elecciones primarias, tomar decisiones que conciernen al posicionamiento de cada candidato, de cada partido dentro de cada frente, y de la conveniencia o no de una interna abierta y, de decidirse por esta instancia, cuántos y, en caso de ser frentes de qué partido/s político/s se presentarán. Ardua tarea que aún no está clara. De acuerdo a cómo se presenten las elecciones presidenciales, esta clara división de fracciones en el electorado, con incierta cuantificación porcentual, llevará, forzosamente, en una segunda vuelta, a una vinculación de espacios a través del voto, para obtener un ganador de la contienda.

En el caso de La Libertad Avanza, Javier Milei pasaría por las elecciones primarias sin obstáculos de internas partidarias. Expresa una ideología de derecha a la que adhiere parte de la ciudadanía, a la que se suma la disconformidad de la conducción en la gestión, de quienes han votado anteriormente al Frente de Todos o a Juntos por el Cambio. Fuera de la grieta, muchos encuentran una opción que ven como una oportunidad para apostar por un candidato que ofrece una alternativa distinta.

En el Frente de Todos, ya sabemos, se plantea una fuerte interna encabezada por el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner, sólo salvaguardada por temas de agenda coyunturales, tal como el recientemente instalado juicio político que el oficialismo intenta desarrollar en el Poder Legislativo, a través de la convocatoria a sesiones extraordinarias, tablero sólo pateado por el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, quien afirmó que “algunos fueron cómplices para designar a esos jueces”.

A la anunciada candidatura de Alberto Fernández, la pretendida del Ministro de Economía, Sergio Massa, la intencionada de parte del kirchnerismo y Cristina Fernández y no comunicada, del Ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, la que no se sabe aún, con idas y vueltas, que sí, que no, de la vicepresidenta, se suma la del Jefe de Gabinete, Juan Manzur, quien antes pasará por la de vicegobernador en la fórmula con Osvaldo Jaldo, habiendo dejado la reciente pegatina de afiches en los que se lee Juan XXIII.

Tal como ocurrió en 2019, aparece una tercera vía, peronista, por fuera del kirchnerismo y el Frente de Todos, conceptualizada como Federal. Sus protagonistas actuales también lo fueron en las últimas elecciones presidenciales, cuando, bajo el nombre de Alternativa Federal, presentaron una opción por fuera de la grieta, distanciándose del Frente de Todos y del kirchnerismo, pero conservándose dentro del espacio peronista, más bien orientado hacia el electorado del interior del país.

Así es como Juan Manuel Urtubey y Juan Schiaretti, siendo parte de un nuevo frente electoral, bautizado como “un espacio político superador”, disputarán la interna en las PASO, como precandidatos presidenciales. Luego de un tiempo silencioso, Urtubey afirmó que “voy a colaborar en la construcción política que permita la expresión de muchísimos ciudadanos de la Argentina, peronistas, como en mi caso, o no peronistas, que creen que puede haber vida aparte del kirchnerismo y el macrismo”. Todo dicho.

Este escenario es interesante porque recuerda lo que sucedió en 2019. Schiaretti y Urtubey integraban Alternativa Federal, en las mismas condiciones que plantean en la actualidad, junto con Sergio Massa y Miguel Ángel Pichetto. Cuando apareció la candidatura de Alberto Fernández, enarbolada por Cristina Kirchner, quien se presentó, a su vez, como su compañera de fórmula, Massa se corrió para presentarse como primer postulante a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, y Pichetto pasó a formar la pata peronista de Juntos por el Cambio, en la fórmula con el ex presidente Mauricio Macri. El ex Ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien también aparecía en la instancia superadora de la grieta como una tercera vía dentro del peronismo, se presentó en una fórmula que tenía a Urtubey de vice, en el espacio Consenso Federal. Pero ambos quedaron fagocitados por la polarización.

Respecto de Juan Schiaretti, quien ahora pretende competir con el ex gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, fue reelecto como gobernador de Córdoba, en 2019, pronunciando palabras que bien podrían ser las de hoy. Sin haber cambiado de idea, y en ocasión de haberse convertido nuevamente en gobernador de su provincia, señaló que “no queremos la grieta que tanto daño le hace a la Argentina”. Aún hoy lo afirma. Además, Schiaretti ha sostenido, en varias oportunidades, que la grieta se supera con “un acuerdo amplio entre una porción importante del peronismo y el radicalismo”. Por eso, seguramente, se acercó a Facundo Manes. Y ya sabemos qué rumbo tomó el gobernador de la provincia mediterránea.

Observando lo que está sucediendo en Juntos por el Cambio, e hilvanando el análisis con la última parte del párrafo anterior, en este frente, y en especial, algunos dirigentes radicales de renombre, no darían el visto bueno a una fórmula conjunta con Manes, quien a su vez, mantiene sus pretensiones presidenciales. Al igual que el neurocientífico y diputado nacional, el gobernador jujeño, Gerardo Morales, también las conserva. A las confirmadas candidaturas del PRO, del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, de la presidenta del partido, Patricia Bullrich, y otras probables como la de María Eugenia Vidal, se suma la indefinida, pero que pisa fuerte, del ex presidente Mauricio Macri.

La novedad en Juntos por el Cambio aparece por el lado de Elisa Carrió, quien, sin ostentar actualmente un cargo ejecutivo o electivo, es siempre la encargada de patear todos los tableros que aparezcan rígidos y fuera de sus convicciones, así como abrazando las causas que considera institucionalmente incorrectas, como el caso del juicio político que se intentará llevar adelante en la Cámara de Diputados en breve.

 En el tema elecciones, Lilita Carrió, de extracción primaria radical, se reunió con Gerardo Morales, ambos considerados moderados dentro del Frente. La foto estilo Beatles de Rodríguez Larreta, Morales, Losteau y Santilli, tampoco fue vista con buenos ojos dentro del espacio frentista ni dentro de los partidos políticos que lo integran. Pero Carrió y Morales fueron por más. Acordaron establecer fórmulas conjuntas dentro del espacio. Mientras, el Jefe de Gobierno porteño, mantiene reuniones con los radicales para establecer acuerdos programáticos para encarar las elecciones de este año.

¿Habrá una pata peronista en Juntos por el Cambio, como la representada por Pichetto en 2019? Tendrían que ponerse todos de acuerdo, en un escenario donde priman las diferencias, y la falta de acuerdos por las candidaturas se presenta débil entre tantas internas.

Donde sí hay acuerdos es en el funcionamiento conjunto dentro del Congreso para el tratamiento parlamentario de temas candentes como el que se viene en relación con los miembros de la Corte Suprema de Justicia, y un acercamiento entre las partes para englobar proyectos comunes en una estrategia electoral conjunta, con bases programáticas acordadas.

María Belén Aramburu

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