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24/05/2022

Fortaleciendo a Guzmán, Por María Belén Aramburu

Con la renuncia de Roberto Feletti se va, además, una figura representante del kirchnerismo y aliado de Cristina Kirchner.

Fortaleciendo a Guzmán, Por María Belén Aramburu

La salida de quien de desempeñaba como Secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, luego de que esta área pasara, desde el ámbito del Ministerio de Desarrollo Productivo al mando de Matías Kulfas, a la órbita del Ministro de Economía, Martín Guzmán, para fortalecer al vapuleado funcionario del gobierno del presidente Alberto Fernández, que tiene la responsabilidad de llevar las riendas de la economía del país que atraviesa, entre otras serias dificultades, por un altísimo índice inflacionario que ha demostrado ser imparable.

A Guzmán se lo ve activo por haberse fortalecido desde el seno del poder gubernamental. El cimbronazo de la negociación con el Fondo Monetario Internacional que derivó en la renuncia de Máximo Kirchner a la titularidad del bloque de la Cámara de Diputados, la carta abierta y mensajes públicos de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y embates de dirigentes del núcleo kirchnerista más duro, hoy, quedaron atrás. Alberto Fernández imprime agilidad en su gobierno y quien lo acompaña, en las reuniones que va gestando, es Guzmán.

Si la inflación se agravó por la invasión de Rusia a Ucrania con las repercusiones mundiales que este conflicto trajo aparejadas, no es un tema de discusión en este momento. Lo que importa es lo que sucede, que a la gente no le alcanza para vivir y que, cada vez que va a comprar lo más indispensable para su supervivencia, como son los alimentos, los precios aumentan sin freno. El control de precios, ya sea elogiado por unos y criticado por otros, no ha sido a las claras un inhibidor de los incrementos, y los buenos resultados de la batalla contra la inflación, son una exigencia de todos y la mayor preocupación de la política económica.

Con la renuncia de Roberto Feletti se va, además, una figura representante del kirchnerismo y aliado de Cristina Fernández de Kirchner. Quedando el mando exclusivo del Ministerio de Economía con el control de la inflación incluido, en Martin Guzmán, la interna por el control de la política económica y el modo en que ésta debería ser llevada adelante, también queda a merced del ministro y, por ende, del presidente, sin injerencia de gestión directa de parte del kirchnerismo.

El empoderamiento del Ministro de Economía no sólo se dio por la salida de Roberto Feletti, sino que la renuncia del ex secretario le permitió colocar a uno de los suyos, Guillermo Hang, quien proviene del riñón de ese mismo sector de la administración pública, siendo que trabajó en el Ministerio de Economía y con Guillermo Moreno en la era kirchnerista entre 2008 y 2015. Fue al principio del gobierno del ex presidente Mauricio Macri, entre el 2016 y 2017, que formó parte del Ministerio del Interior con Rogelio Frigerio y vuelve a un gobierno del Frente de Todos, en la función de director del Banco Central con Miguel Ángel Pesce.

Hay quienes quieren destacar su tecnicismo por encima de la lectura política con su designación, pero, más allá de su procedencia, su afinidad con tantos años del gobierno kirchnerista y, por encima de todo, la que tiene con el Ministro Guzmán, lo coloca en el centro de las miradas para resolver el acuciante tema de la inflación y, al Ministro Guzmán, en la mira por la cuota de confianza que, una vez más, le ha otorgado el presidente.

A Guzmán se le ha dado, en primer término, la oportunidad de un posicionamiento de poder, al permitírsele armar su equipo con economistas de su confianza, ideológica y personal, como es el caso de Guillermo Hang, a la vez que, con el logro de la centralización de los diversos temas que a su cartera le competen, como lo es el seguimiento de los precios y políticas afines que lleven a la baja la inflación cuando ya no queda margen, ni político ni económico, para continuar estirando semejante situación. De este modo el ministro es colocado en el centro de la escena económica con la ventaja de ser él mismo el responsable de su destino, y la desventaja que por la misma razón, que podría ponerlo en un lugar de declive, de no mostrar resultados efectivos rápidamente.

Los debates de las internas del Frente de Todos no desaparecieron. Y el ruido, causado por la salida del gobierno de Roberto Feletti, que quedará silenciado con la nueva gestión de Guillermo Hang, fue parte de la demostración de fuerza asumida por el presidente Alberto Fernández a través de la acción. Habiendo agradecido al Secretario de Comercio Interior saliente por su trabajo “codo a codo con nosotros” y afirmado que “le tocó enfrentar un momento tan singular” pero, luego de haber trasladado su sector a la esfera de un ministro al que él siempre apoyó y quiso mostrar como de su ala y de su prolongación como armador de la política económica de su gobierno, el primer mandatario sabe muy bien que, con esta jugada, queda bien parado su ministro, prolongando su gestión por algunos cuestionada sobre todo desde el kirchnerismo más duro, y ubicándolo a él en el lugar de un presidente que toma decisiones por encima de las internas y cuestionamientos.

Ser la figura de la economía nacional y de ésta, en la representación en el exterior, lo estaría posicionado en un lugar de privilegio que sólo él puede salvaguardar con el desempeño de su función y con el respaldo, principalmente, del presidente Alberto Fernández.

María Belén Aramburu

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