#EditorialHi: "El Presupuesto sin Acuerdo Nacional", por María Belén Aramburu

Las reuniones comenzaron hace un tiempo atrás. A cada gobernador hay que convencerlo de que el ajuste fiscal es prioridad y que, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional lo exige aún más. El Consenso Fiscal que en su momento fue firmado por 23 provincias, o sea todas menos la de San Luis, debe ser cumplido a rajatabla. Vendrán los reclamos de las provincias que deberán hacer frente a gastos presentes y futuros y, piensan, al igual que desde el Ejecutivo, en las próximas elecciones.El año que viene es un año electoral y tanto los legisladores como los gobernadores, no quieren quedarse pegados a ningún acuerdo que los arrastre a la merma de votos y, menos, a la derrota.En un panorama de ajuste fiscal en el que el dólar muestra una curva ascendente en un sistema de flotación libre y la inflación crece mientras el PBI no lo hace, la recesión se siente en lo mas cercano con una disminución del consumo y los salarios estancados producto de paritarias que no se negocian y un decreto para aumentarlas en el mejor de los casos a un 5% en dos partes iguales en julio y agosto, propuesto por el gobierno, se avecina el tratamiento parlamentario del proyecto de ley de presupuesto.Siendo importante para el gobierno, como para cualquier otro, el acuerdo de ingresos para la ejecución de gastos, las aproximaciones con los integrantes de la propia tropa y los de la oposición pretenden ser un Acuerdo Nacional, aquél mentado por el gobierno nacional que nunca se concretó.El gobierno sabe que en este contexto es difícil gobernar sin presupuesto aplicando variables que no se condicen con una situación diferente a la que llevó plasmar el anterior. Si así fuese tendría que prorrogar su tratamiento como lo hizo su antecesora en el Ejecutivo cuando la oposición no le aprobó el enviado.Cuando Nicolás Dujovne se presentó en el Congreso hizo referencia al Presupuesto al asegurar que el indice inflacionario de este año será del 27%, el crecimiento no pasará del 1% haciendo referencia a la actividad económica de 2019 ubicándola en hasta el 2% y con proyecciones de inflación del orden del 13% para el 2019 y 9% para el 2020.El Presupuesto con su pretendido ensamble con un Acuerdo Nacional es resistido desde el núcleo más cercano del presidente Macri. Peña y el Súper Ministro Dujovne lo rechazan mientras el Ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se va reuniendo con los gobernadores peronistas que aceptan el convite. Para el núcleo más duro de Cambiemos, un acuerdo con el peronismo resulta inaceptable.Las reuniones con el campo, la industria, el comercio, los bancos, fueron avanzando. Algunos se fueron más conformes de lo que llegaron. Para nombrar un ejemplo, el sector de la construcción a quien se le prometió más obras públicas y PPP, participación püblixa privada, mostró satisfacción. Pero los que se fueron no tan convencidos salieron a hacer declaraciones en relación a las altas tasas de interés de las Lebacs. Éstas se instauraron como una herramienta de política monetaria para controlar al dólar cuando el Banco Central podía intervenir través de la flotación administrada y se convirtieron en un eslabón difícil de apaciguar con la libre flotación del dolar y la influencia que el Banco Central ha podido sostener con los banqueros para lograr su desprendimiento y volcarse a bonos bimonetarios que se ofrecieron al mercado. Los de la industria siguen rechazando estas tasas tan altas que conllevan a la ampliación del sector financiero en desmedro del productivo.Los del campo, por nombrar otro sector clave de la economía, se llevaron la noticia de que las retenciones no iban a ser modificadas, pero, advertidos de que, en caso de necesitarse la plata, se iban a modificar. Temen que la reducción parcial mensual del 0,5% a las retenciones a la soja se suspenda y que vuelvan las retenciones al trigo y al maíz. Acechados por las sequías y pérdidas en algunos casos, no saben cómo planear futuras inversiones.Los recortes en el sector público nacional se profundizaron con los recortes recientes para llega a los $20.000 millones. La gobernadora bonaerense y el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, bastiones fuertes de Cambiemos, temen por los recortes que se avecinan en sus distritos, sobre todo, si le transfieren empresas de energía y agua a sus territorios. Deberán ver con qué recursos propios pueden afrontar gastos sin recurrir a un estado nacional que se achica y, al igual que al resto de las provincias, les exige ajuste fiscal.Panorama incierto desde lo económico y político por cierto.Y las vicisitudes sobre la elaboración del Presupuesto continúan.Por el momento el Presupuesto no tiene consenso.Y, menos, el Acuerdo Nacional.Por María Belén Aramburu.