Menos retenciones e impuestos y más producción y productividad, por María Belén Aramburu

Hoy no hay margen para más retenciones.

No hay margen político porque más allá de lo pensado “en voz alta” como definió a las palabras del Secretario de Comercio Roberto Feletti, el Ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, al propio núcleo del gobierno de Alberto Fernández no se le escapa que la reacción que tendría el sector agropecuario de concretarse un aumento en las retenciones, reacción anunciada al menos de manera aislada y de parte de distintas voces de dirigentes representativos de estos intereses si se llegase a concretar una medida de esta naturaleza, se haría visible inmediatamente con cortes de rutas y consiguiente desabastecimiento.

Si bien el Ministro de Agricultura, Julián Domínguez, prefirió, al ser consultado, no referirse específicamente a este tema ni contradecir a Feletti, tampoco pareció mostrarse de acuerdo con una política probable de elevación de derechos de exportación. La aseveración de que “para asegurar carne, pollo, pan y leche debemos desvincular los precios internos de los internacionales”, ante lo que había sido un aumento de los precios mayoristas de la hacienda que estaban llegando a través de mayores precios al consumidor, tanto en los supermercados como en las carnicerías de barrio, despertó otro alerta en el campo.

El que salió a bajar los decibeles ante la preocupación del sector agropecuario y su advertencia de hacerse oír en las rutas de prosperar esta medida, fue el Ministro de Producción, Matías Kulfas, cuando se refirió a “tener una instancia de negociación que nos permita bajar la inflación y tener productos con precios más controlados para ir reduciendo la pobreza, que es un tema central”, aclarando que no había “una decisión tomada al respecto”.

Los antecedentes más inmediatos del gobierno de Alberto Fernández respecto del sector fueron las restricciones impuestas a la exportación de carne prohibiendo vender 7 cortes populares. Desde el sector hubo fuertes críticas al planteo del aumento de los precios internos de la carne atado al de los internacionales como planteé en otra editorial de Hace Instantes, publicada en su oportunidad cuando esta medida fue llevada a cabo. Se verá en este caso qué medidas se adoptarán en los próximos días.

Si bien es cierto que no se puede desatender el poder adquisitivo de los sectores más vulnerables que poco y en muchos casos nada de acceso tienen a lo más fundamental para su subsistencia como lo son los alimentos y entre ellos las proteínas derivadas de la carne, y aún más se debe garantizar, habría que adoptar una serie de medidas tendientes al crecimiento económico y, entre ellas, la producción.
Las medidas restrictivas son inconducentes a los propósitos de otorgar mayor oferta. La inflación está por demás desbordada y resulta de difícil contención por lo que es prácticamente imposible escindir un sector del resto de la economía. El abordaje de los temas macroeconómicos son los más importantes a la hora del análisis pero en este caso, y con medidas tendientes al aumento de restricciones que a algunos les recordó la resolución 125 a los que les aclaré las diferencias, pero sobrevoló en el aire el intento que en el gobierno de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner hizo para imponer retenciones móviles, requiere un apartado para el sector agropecuario, aunque aplicable a los demás rubros también.

El Ministro Guzmán afirmó hoy que “el principal escollo para mantener la estabilidad es la deuda con el FMI, que hay que lograr refinanciar sobre la base de términos que permitan que la economía argentina se pueda seguir recuperando“. Guzmán se refirió a la inflación a nivel local y global y en materia impositiva dijo que “necesitamos acciones tributarias para evitar que los ricos se hagan más ricos y los pobres mas pobres”. Los impuestos tienen como una de sus características de base la equidad, además de la solidaridad y la justicia en su elaboración e implementación. ¿Cuáles serían esas acciones tributarias a las que se refirió el ministro en un país con una presión tributaria muy alta?

Vivimos en un país inmensamente rico, con suelo fértil, extenso, bendecidos por la Naturaleza. Basta viajar un poco para ver cómo residentes de otros países se esmeran en cultivar en pequeñas parcelas donde también habitan unos pocos animales y en las que cada milímetro es aprovechado al máximo.

Resultaría muchísimo mejor adoptar políticas para incrementar la producción y así aumentar la productividad en lugar de más restricciones y más impuestos que retraen la actividad económica. Habría que lograr tener en este país, riquísimo sin lugar a dudas, mayor oferta de ganado, mayor oferta de carne ante la demanda previsible, lograr de esta manera una baja de los precios en el mercado interno y seguir exportando los cortes que son demandados en el exterior y generan divisas tanto o más que las que se obtienen a través de las retenciones ya existentes.

El problema es la inflación.

por María Belén Aramburu