Los príncipes Harry y William se reunieron para homenajear a Lady Di en el día de su cumpleaños 60

Este jueves 1 de julio la princesa Diana de Gales hubiese cumplido 60 años y sus hijos, los príncipes William y Harry, se reunieron para inaugurar una estatua en su honor. Aunque ya han pasado casi 24 años de su trágico fallecimiento en un accidente automovilístico, la princesa sigue siendo un ícono recordado y querido por su carácter, estilo y belleza.

La estatua de bronce fue colocada en el Sunken Garden del Palacio de Kensington, uno de los lugares favoritos de Lady Di, y se la ve parada con tres niños alrededor. Los voceros del palacio señalaron que la estatua busca “reflejar la calidez, elegancia y energía” de la princesa Diana y que los niños que la rodean “representan el impacto universal y generacional” de su trabajo.

Fue esculpida por Ian Rank-Broadley, conocido por diseñar la imagen de la Reina Isabel II que se encuentra en las monedas británicas. Desde el palacio también explicaron que el estilo del vestido que lleva está basado en el último período de su vida “cuando ganó confianza en su rol como embajadora de las causas humanitarias” y busca reflejar su carácter y compasión.

Esta fue la primera vez que William y Harry se reunieron después del funeral del Príncipe Felipe de Edimburgo en abril y fue visto como un momento de reconciliación entre los hermanos que tuvieron una relación delicada en los últimos meses. Fueron vistos riendo y sonriendo junto al resto de los invitados a la inauguración.

Los príncipes se expresaron a través de un comunicado y agradecieron a quienes estuvieron involucrados en la creación. “Hoy, en el que hubiese sido el cumpleaños 60 de nuestra madre, recordamos su amor, fuerza y carácter, cualidades que la hicieron una fuerza para el bien alrededor del mundo, cambiando incontables vidas para mejor. Cada día deseamos que ella estuviera todavía con nosotros, y nuestro deseo es que esta estatua sea vista para siempre como un símbolo de su amor y su legado”, manifestaron.