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08/11/2023

Estrategia: Contener a los propios y atraer a los ajenos

Faltan pocos días para las elecciones y el destino de los candidatos de La Libertad Avanza y Unión por la Patria se encuentra en estado incierto.

Estrategia: Contener a los propios y atraer a los ajenos

Faltan pocos días para las elecciones y el destino de los candidatos de La Libertad Avanza y Unión por la Patria se encuentra en estado incierto. Se vislumbra por el momento que, el que gane, lo hará de manera ajustada, por lo que no hay tiempo que perder. Las entrevistas en los medios de comunicación deben ser aprovechadas para dejar en claro cuál será la propuesta en todos los ámbitos de un probable próximo gobierno, ya que los argentinos estamos viviendo un panorama de absoluta incertidumbre, como si se hubiese parado el tiempo, punto sobre el cual volveré al final de la editorial, ya que es un concepto y vivencia me parece fundamentales. Los principales actores de la economía no saben cuál es el rumbo, por lo que no mueven fichas importantes, solo las necesarias para el funcionamiento del quehacer diario, que evite la parálisis, y en la que poco o nada se arriesgue ante el desconocimiento de lo que vendrá. No solamente de quién ganará las elecciones, sino de qué hará exactamente cada uno de ellos, de llegar al poder.

La exigencia sobre un plan claro y preciso emana claramente de los votantes hacia los candidatos, Javier Milei y Sergio Massa, extendiéndose a toda la esfera política de los propios partidos y/o frentes que componen, convirtiéndose en un amplio espectro a ser pretendidamente abarcado, y para quienes, a su vez, se pone en juego su lugar en los espacios que ocupan y ocuparán, y de la Argentina en su conjunto.

En el espacio de La Libertad Avanza, la contención de los propios votantes pasa por la reafirmación de las bases y propósitos por los que Javier Milei y su reducido grupo conocido que lo acompaña, ha suscrito para lograr el caudal de votos que ha obtenido en las PASO y en la primera vuelta del balotaje. Supo captar, con su discurso liberal y de extrema derecha, a propios encantados con quien podía representar sus ideologías, ideas e intereses, llegando hasta los menos pensados, quienes, entre otros, se encuentran los instalados en el conurbano bonaerense, quienes vieron con y a través suyo, una salida a sus problemas económicos más acuciantes, dejando de lado el voto kirchnerista histórico en estos y otros distritos.

Sin alcanzar la victoria en primera vuelta y con una diferencia de casi 7 puntos porcentuales, llegó el “apoyo” de Juntos por el Cambio. Así como le sucedió al frente opositor, las explicaciones para la propia tropa sobre los alcances de la reunión en que primó, según los presentes, la “incondicionalidad”, no alcanzaron para satisfacer y, menos aún, para contener, a los militantes libertarios. Es que la supuesta “incondicionalidad” empezó a hacer ruido cuando, en la inmediatez de la reunión de Milei con el ex presidente Mauricio Macri y la titular del PRO, Patricia Bullrich, entre otros, el nombre de la ex Ministra de Seguridad, fue considerado por el libertario en las entrevistas en diversos medios de comunicación, para que ocupase el mismo cargo que tuvo con Macri, de ser electo presidente. Y si bien se puso en duda desde un principio, que el apoyo no fuese solo eso, sino más bien un acuerdo, los libertarios creen ver en este gesto que tuvo la intención de propuesta, a la vez que la mirada puesta en Federico Sturzenegger y otros, seguramente ávidos de intervenir en una propuesta que les es cómoda ideológicamente, con los matices de moderación explicitados, aunque no enteramente consensuados, la intromisión de al menos una porción de un partido como el PRO, en un espacio conformado hace apenas dos años, desde cero, y con las marcadas diferencias que los llevaron hasta una segunda instancia de balotaje que medirá su fuerza al compás de los resultados electorales.

Más allá de la estructura visible de un probable gobierno de La Libertad Avanza, el Congreso ya es, y seguirá siendo, un espacio de debate permanente de ideas, proyectos de ley e inclinaciones a apoyar o ser respaldados por uno u otro partido y/o frente político, dada la dispersión y atomización que se vio en la composición del Poder Legislativo, fruto de los votos obtenidos por cada espacio. Los legisladores libertarios electos hacen sus reclamos por temor a ser exigidos a adoptar un posicionamiento distinto al señalado desde el principio y primer desarrollo de la conformación del partido, incluso aún más si se refiriese a un alineamiento con bloques de otros partidos y/o frentes, léase de los que integran Juntos por el Cambio, o de este en su conjunto. De hecho las Cámaras de Diputados y Senadores, ya son un ejemplo concreto de lo que está plasmándose a nivel nacional. La reunión reservada con el Canciller Santiago Cafiero para que el gobierno brinde explicaciones por el tratamiento que se le da al tema de los rehenes argentinos por parte de Hamas demostró la mancomunidad de toda la oposición, salvo la izquierda. O sea que La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio actuaron en conjunto. Pero la dolarización o la eliminación del Banco Central que han sido consideradas políticas públicas de parte de Milei, ¿irán por el mismo sendero?

En Unión por la Patria, las cosas no son tan diferentes, con la importante salvedad de que es un frente que está a cargo del actual gobierno, y su candidato es el Ministro de Economía. A favor o en contra, estos factores juegan fuerte en el destino de su postulante a ocupar un probable futuro gobierno, tal como lo expliqué en editoriales anteriores de @Haceinstantes. Los cuestionamientos de los propios y los ajenos ha venido de la mano de la supuesta injerencia y posible incorporación de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el gobierno y en uno próximo eventual. Ella y La Cámpora, sobre todo por medio de su hijo, Máximo y sus correspondientes roles y adhesión o rechazo a las propuestas del candidato Massa, son, al igual que su función gubernamental, elementos de cohesión o separación de propios y ajenos, para el caudal de votos a obtener en la próxima fecha de elecciones. Los vínculos con el kirchnerismo y La Cámpora en su conjunto, marcan parte de la cancha de un electorado que desde hace varios años se ha venido tomando como base segura en la garantía de victoria y, por lo tanto, de continuidad en la gestión, y que pueden tanto sumar como restar votos a la hora de elegir un candidato. A lo sumo, sin posibilidad de opción, parte del electorado optará por no ir a votar o votar en blanco, cuestión que les es común a Unión por la Patria y a La Libertad Avanza, en cuanto al camino a adoptar por los votantes insatisfechos, descontentos, y con ellos, también los indecisos.

Los lineamientos tanto en temas sensibles de la economía, como en otros, tal como desde el punto de vista institucional lo es el juicio político a los miembros de la Corte Suprema de Justicia, o los casos de corrupción relacionados con el ex Jefe de Gabinete de Axel Kicillof, Martín Insaurralde, o con “Chocolate” Rigau y los concejales señalados y sospechados, las declaraciones y toma de posición respecto del conflicto en Medio Oriente, “pateados” de algún modo para adelante por el gobierno y su candidato, en cuanto que son temas sensibles, obliga a definiciones públicas concretas.

Así como Javier Milei guiñó un ojo a Patricia Bullrich para la probable titularidad del Ministerio de Seguridad, Massa hace lo mismo pero sin nombres. Es más, luego de sus declaraciones anteriores a la primera elección del balotaje, reiteradas una y otra vez luego del resultado, sobre un “gobierno de unidad”, se refirió a la elección de un Ministro de Economía de otro partido, sin poder saberse en quién o en quiénes pensó para este cargo tan sensible en medio de la situación actual. Coquetea con frecuencia con el radicalismo, sabiendo del malestar que causaron las expresiones vertidas por Javier Milei sobre el ex presidente Raúl Alfonsín, que llevaron a algunos a asumir la “neutralidad” respecto de su voto y, a otro, a arrimarse a Massa, en lo que se supone será una integración de gobierno, de llegar al poder, y parlamentaria en el Congreso. De todos modos, no se podría encontrar afinidad ideológica, sino mas bien estratégica, entre radicales y libertarios. A ellos habría que sumar a los peronistas desencantados del PRO, por el apoyo brindado a Milei para ganar las elecciones, y restar a los que consideran, al igual que lo que sucede en La Libertad Avanza, significará un reparto de puestos y futuros acuerdos ya que nada se hace resignando cargos o beneficios, y sobre todo, en la política.

Siendo que ninguno de los dos candidatos tiene un gabinete completo para mostrar a los votantes y las propuestas debiesen ser claramente expresadas, las oportunidades de entrevistas en los medios de comunicación y principalmente el debate, harán lo propio.

Es difícil vivir en la incertidumbre permanente, porque en ella, se dejan de tomar decisiones que son fundamentales para el desenvolvimiento económico e institucional político. Incertidumbre de planes gubernamentales para un próximo gobierno, de dirigentes con nombre y apellido que se sepan van a acompañar a los hoy candidatos, de resultar electos en la segunda vuelta de las presidenciales. La incertidumbre solo puede ser transitoria, pero no permanente, aunque obviamente, lo que se consideren certezas sean producto de futuras modificaciones y transformaciones que, como en ciclos, devengan en incertidumbre y nuevamente certeza.

Los propios y los ajenos se acercarán y alejarán a través de la decisión de su voto el 19 de noviembre, en que se conozca quién será el próximo presidente, y con él, quienes lo acompañen definitivamente en su gobierno y en el Congreso.

María Belén Aramburu

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