Novak Djokovic perdió el partido por el bronce, destrozó su raqueta y se retiró del dobles mixto

Novak Djokovic vivió uno de sus peores días en los Juegos Olímpicos de Tokio. Este sábado cayó ante el español Pablo Carreño Busta en el partido por la medalla de bronce, revoleó su raqueta a la tribuna y un rato más tarde la destrozó de un golpe contra la red. El serbio ya había sido derrotado por Alexander Zverev en la jornada anterior y se quedó sin la posibilidad de lograr el Golden Slam (los cuatro Grand Slam y el oro olímpico en un mismo año). Luego de la derrota con el español, se retiró del partido de dobles mixto que debía jugar con su compatriota Nina Stojanovic por la medalla de bronce y lo justificó diciendo que tenía dolor en el hombro.

El tenista ibérico le ganó por 6-4, 6-7 (6) y 6-3 en dos horas y 47 minutos de juego. El número 1 del mundo perdió el control en varios momentos del partido y sufrió las altas temperaturas sobre la cancha central. En el quinto juego del primer set, Carreño quebró el saque de Nole en cero y el serbio, furioso, lanzó su gorra al suelo.

Djokovic mejoró su juego en el segundo parcial y logró ganarlo en el tie- break, un set que duró 63 minutos. En el último set, el serbio se mostró perdido. Apenas en el primer game, cuando el español sostuvo su saque, se enojó y lanzó la raqueta muy lejos, a la tribuna lateral. Cuando Carreño se puso 3-0 arriba, Djokovic volvió a sacar su furia y estrelló su raqueta contra la red.

Luego del encuentro, Carreño expresó su felicidad por haber vencido al número 1 del mundo (Djokovic) y al número 2 (Medvedev), y haberse quedado con el bronce. “Estoy en una nube. Cuando perdí el segundo pensé que esto ya estaba muerto. Ganar al número uno es muy duro, pero después de perder el segundo set pensaba que no podía más. Pero he podido. Esto es increíble. Venía a por una medalla y ha costado, pero la he conseguido. He ganado al número dos y al número uno y me llevo el bronce”, expresó.

Sobre el comportamiento del serbio, dijo: “No me quejé con el juez de silla, simplemente le pregunté porque yo pensaba que era el segundo warning. Antes tiró la raqueta al tercer anfiteatro y luego rompió delante de su cara la raqueta contra el poste de la red. Yo había contado dos. Parece ser que lanzar la raqueta al tercer anfiteatro para el árbitro no ha sido suficiente para ponerle un warning. Bueno, a veces las reglas son difíciles de llevar a cabo cuando estás contra el número uno del mundo”.