La movilidad jubilatoria parece que va a tener que esperar, por Laura Kalerguiz

En enero de este año (¿parece otro siglo ya no?, y fue hace menos de 5 meses), se suspendió la ley vigente de movilidad jubilatoria hasta junio de este año.

 

Mientras tanto, el aumento de marzo se dió por decreto, y perjudicó a los que más ganan, pero benefició a los que menor haber tienen.

 

Claro, en esos tiempos lejanos, se pensaba que a esta altura ya ibamos a tener una nueva ley de movilidad. Pero no contábamos con el CORONAVIRUS, y esta pandemia universal que nos cambió los planes a todos.

 

Lo cierto es que, a la fecha de hoy, parece que nadie se da cuenta que ya estamos en mayo, que en un mes se vence la suspensión de la movilidad y que de la nueva formula ni noticias.

De hecho, no está funcionando el poder legislativo, y podría hacerlo en forma virtual, próximamente, pero supongo que la movilidad no esta entre los temas prioritarios.

 

Como les decía, en junio, según la ley anterior, los jubilados tendrían otro aumento. Los planes de que rija la nueva ley no se pudieron concretar, entonces se abren los interrogantes:

¿Habrá otra vez aumento por decreto? ¿Habrá aumento de hecho?

 

El gobierno anunció que en el mes de mayo podría repetir el pago del IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) pero que no repetiría el pago de $3000 adicionales para los que ganan la mínima y fue cobrado en abril.

 

¿Qué pasará en junio? Nadie lo sabe.

 

En marzo la inflación fue del 2,3% y en abril se espera que sea mayor (viene subiendo desde el mes de febrero).

 

Los adultos mayores, mientras tanto, con reclusión obligatoria (como si ya no estaban lo suficientemente aislados, ahora esto) y nadie parece tenerlos en cuenta.

Y como vengo diciendo en todas mis columnas, son el mayor grupo de riesgo.