Gustavo Petro y su histórico triunfo: ¿Qué está sucediendo en Colombia?

Gustavo Petro logró el hito de convertirse en el primer presidente de izquierda de Colombia. Lo logró tras imponerse estrechamente en el ballotage con un 50.44% ante el outsider Rodolfo Hernández, la sorpresa de estas elecciones, que alcanzó el 47.31% y aceptó su derrota rápidamente: “Le deseo al doctor Gustavo Petro que sepa dirigir al país, que sea fiel a su discurso contra la corrupción y que no defraude a los que confiaron en él”, afirmó en un video que compartió en Twitter.

La coalición ganadora, “Pacto histórico”, obtuvo 11.281.002 votos y convirtió a su líder Petro en el mandatario más votado en la historia del país. Con respecto a la primera vuelta, donde se impuso con un 40% con 10.580.399, logró sumar casi tres millones de votos más.

“Aquí lo que viene es un cambio de verdad, un cambio real. En ello comprometemos la existencia, la vida misma. No vamos a traicionar ese electorado, que lo que le ha gritado al país, a la historia, es que a partir de hoy Colombia cambia, Colombia es otra", dijo el flamante presidente en su discurso, luego de la victoria.

Además, señaló que sus ejes de gobierno van a ser la paz, la justicia social y la justicia ambiental y trató de derribar los fantasmas que rodean sus ideas económicas: "Nosotros vamos a desarrollar el capitalismo en Colombia. No porque lo adoremos. Sino porque primero hay que superar la premodernidad en Colombia, el feudalismo, la nueva esclavitud".

"Su proyecto político es ambicioso: propone un desarrollo de la industria con el cuidado ambiental como guía y sustentado por una reforma tributaria integral para equilibrar el déficit al mismo tiempo. También, piensa respetar los derechos de las comunidades originarias”, sostuvo Luis Ángel Pérez, politólogo y Coordinador de operaciones en Centro de Análisis y Entrenamiento Político (CAEP).

Gustavo Petro es un economista de 62 años, hasta hace semanas Senador, que fue alcalde de Bogotá y participó en la guerrilla del M-19 hasta la década del ’90. Se presentó como candidato presidencial en tres oportunidades, pareciera que cuidadosamente respetando la mística que contiene ese número. En 2010 y 2018, donde no pudo con el uribismo. En esta oportunidad, y bajo el ala del Pacto Histórico, logró agrupar a una gran cantidad de movimientos que afianzaron la propuesta electoral y ampliaron el caudal de votos.

"El pacto histórico significa unidad. Nos encontramos en lo esencial y queremos convertirnos en una potencia mundial de la vida”. Así sintetizó el espacio político ganador el Representante electo a la Cámara por Antioquia, Alejandro Toro. “Esto significa poner en el centro al medioambiente, a la educación y al adulto mayor. Aplicaremos, además, un plan de choque económico a dos años para aliviar el hambre que dejó la pandemia y los gobiernos que se olvidaron del pueblo".

El otro fenómeno de estas elecciones es la llegada de la abogada Francia Márquez a la vicepresidencia, ya que tiene tan solo cuarenta años y está cargada de simbolismos rupturistas: es afrodescendiente, feminista, militante de los derechos humanos, madre adolescente y luchadora contra el extractivismo. Además, proviene de una familia trabajadora; su madre era partera y su padre, obrero y minero. Por dificultades económicas, Márquez debió trabajar como empleada doméstica a sus 16 años.

"Después de 214 años logramos un gobierno del pueblo, el gobierno de los nadies de Colombia", sostuvo la mandataria electa en su primer discurso luego de las urnas.  "Vamos por los derechos de la comunidad diversa LGBTQ+. Vamos por los derechos de nuestra madre tierra, de la casa grande. A cuidar la biodiversidad. Vamos juntos a erradicar el racismo estructural. Soy la primera mujer afrodescendiente de Colombia. Soy su vicepresidenta", sostuvo.

Según Luis Ángel Pérez, "Francia Márquez representa las luchas de los afrocolombianos, de la gente del pacífico, de los que no son tenidos en cuenta. Todos ellos se identifican con su lucha ambiental, feminista y antirracista. La campaña estuvo plagada de discursos racistas contra ella. Este es un país que no se cuestiona su propio racismo".

En este tumultuoso contexto de Latinoamérica, donde las certezas no abundan, lo concreto es que la sociedad colombiana decidió explorar nuevos horizontes, pero resta ver cuánta fortaleza tendrá la coalición ganadora para transformar la realidad colombiana y también qué tanto contribuirá a la formación de un nuevo bloque progresista regional.

Julio Burdman, Doctor en Ciencia Política y analista internacional, duda respecto a la consolidación del flamante presidente en el contexto internacional. "Petro tiene condiciones para convertirse en un líder con impacto regional, pero no en el líder del progresismo latinoamericano, pero eso va a depender de sus habilidades personales y no por presidir Colombia, con poca influencia en la región. Además, va a tener muchos problemas domésticos que resolver", aseveró.

"Esta nueva oleada de gobiernos progresistas es más débil que la anterior, por el peso específico de los países implicados y las limitaciones generadas por las alianzas estratégicas que tienen con EE.UU. Argentina, Brasil y Venezuela, en épocas de la UNASUR y el MERCOSUR progresistas, tuvieron la capacidad de hacer alianzas internacionales de otro tipo. Por ejemplo, Brasil integra los BRICS", agregó.

Para sacar algunas conclusiones, se consolida la tendencia postpandémica desfavorable a los oficialismos en América con las victorias de Joe Biden (EE.UU.), Pedro Castillo (Perú), Gabriel Boric (Chile), Guillermo Lasso (Ecuador), Xiomara Castro (Honduras), Rodrigo Chaves (Costa Rica) y ahora también la de Gustavo Petro. Cinco de esos siete gobiernos tienen tintes de izquierda. La próxima parada es el gigante del continente, Brasil, donde Lula Da Silva intentará regresar al poder y, por qué no, afirmar esta tendencia continental.


Augusto Macias