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17/06/2021

El Papa Francisco dijo que la propiedad privada es un derecho secundario y se refirió a la corrupción en los sindicatos

El Sumo Pontífice dio un discurso en la apertura de una Cumbre virtual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El Papa Francisco dijo que la propiedad privada es un derecho secundario y se refirió a la corrupción en los sindicatos

El Papa Francisco envió hoy un mensaje grabado a la Organización Internacional del Trabajo en la que se refirió a la pérdida de empleo que provocó la pandemia de Covid-19 y advirtió que “muchos de los trastornos previstos aún no se han manifestado”. Además, dijo que la propiedad privada es un “derecho secundario” y habló sobre el rol de los sindicatos.

 

“Siempre, junto al derecho de propiedad privada, está el más importante y anterior principio de la subordinación de toda propiedad privada al destino universal de los bienes de la tierra y, por tanto, el derecho de todos a su uso”, señaló el pontífice citando su última encíclica Fratelli tutti, sobre la hermandad y la amistad social. “A veces, al hablar de propiedad privada olvidamos que es un derecho secundario, que depende de este derecho primario, que es el destino universal de los bienes”, añadió.

 

Además, llamó a dejar atrás la “filosofía del descarte” y buscar “soluciones que nos ayuden a construir un nuevo futuro del trabajo fundado en condiciones laborales decentes y dignas”. “Estamos llamados a dar prioridad a nuestra respuesta hacia los trabajadores que se encuentran en los márgenes del mundo del trabajo y que todavía se ven afectados por la pandemia del COVID-19: los trabajadores poco cualificados, los jornaleros, los del sector informal, los trabajadores migrantes y refugiados, los que realizan lo que se suele denominar el ‘trabajo de las tres dimensiones’: peligroso, sucio y degradante, y así podemos seguir la lista”, indicó.

 

Sobre los sindicatos, manifestó que “son una expresión del perfil profético de la sociedad. Los sindicatos nacen y renacen cada vez que, como los profetas bíblicos, dan voz a los que no la tienen, denuncian a los que ‘venderían al pobre por un par de chancletas’, como dice el profeta, desnudan a los poderosos que pisotean los derechos de los trabajadores más vulnerables, defienden la causa de los extranjeros, de los últimos y de los rechazados”. Pero además, resaltó el peligro de la corrupción. “Cuando un sindicato se corrompe, ya esto no lo puede hacer, y se transforma en un estatus de pseudo patrones, también distanciados del pueblo”, lamentó.

 

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