Primera reunión de Milei con los gobernadores

Cabe destacar, en primer lugar, y no es poco para señalar, la asistencia perfecta de los 23 gobernadores y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a la reunión convocada por el presidente Javier Milei, junto con la vicepresidenta Victoria Villarruel, y el Ministro del Interior, Guillermo Francos, este último con buena cercanía a los primeros mandatarios provinciales, por su frecuente contacto, tal como le dicta su misión, a cargo de la cartera cuya titularidad ejerce, cuestión que demostró cuando, en un encuentro que estos realizaron, se sumó sin siquiera haber asumido aún, para conocer sus reclamos, que hoy fueron escuchados, atendidos, y con la promesa y esperanza de una pronta resolución. Fueron a su vez de la partida, en representación del gobierno, la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem.

La reunión tuvo la particularidad, en cuanto a su contenido, de tener una agenda abierta, lo cual brindó la posibilidad de que los gobernadores pudiesen plantear los temas que les resultan más acuciantes, en pos de llevar respuestas a su regreso a sus respectivas provincias. No en vano los titulares de ambas Cámaras del Congreso estuvieron atentamente presentes en el Salón Eva Perón, tomando nota de los puntos más relevantes demandados por los gobernadores. La firme intención de sumar votos afines al proyecto de política económica a ser implementado por el presidente Javier Milei y su Ministro de Economía, Caputo, urge al gobierno en el más inmediato plazo.

En el Congreso, los legisladores de Juntos por el Cambio responderán a la articulación política que se trace con el Poder Ejecutivo en cuanto al proyecto de programa económico en sí, y de la que establezcan tanto en Diputados como en Senadores con los presidentes de bloque y a su vez estos con Victoria Villarruel y Martín Menem. El Poder Legislativo mostrará su fuerza en contraste con un sistema presidencialista que vio crecer el poder del Legislativo en los últimos tiempos, más aún hoy, en que éste, lejos de estar centralizado y verticalizado, se comporta de manera atomizada y dividida. El voto de los legisladores peronistas, kirchneristas o antikirchneristas, aunque justicialistas todos al fin y al cabo, jugará un papel fundamental y preponderante en momentos políticos de un viraje sin precedentes, de un modelo económico a otro diametralmente opuesto, siendo que entre los antiK se encuentran aquellos que actuaron en consonancia con Juntos por el Cambio y con Milei.

Por lo expuesto, queda claro que el consenso a lograr con los gobernadores devendrá en el apoyo a obtener para la aplicación concreta de las medidas expuestas en campaña electoral, y por el Ministro Luis “Toto” Caputo en funciones, con las modificaciones de las que serán susceptibles a realizar antes de su ingreso al Congreso y, quizás, durante el devenir de su respectivo tratamiento parlamentario. Este acuerdo, a su vez, repercutirá en los legisladores en representación de los intereses de sus provincias, por lo que la cadena de decisiones, arrastrará consigo el desenlace que el gobierno pretende sea el más favorable a sus designios.

Las sesiones extraordinarias se aproximan, y con ellas, el proyecto de “ley ómnibus” a ser desmenuzado y analizado por los legisladores de ambas cámaras del Congreso. En función de lograr su pronta aprobación, el gobierno puso a disposición a todo su gabinete con el fin de alcanzar puntos en común en relación con las “problemáticas de cada una de las provincias”, además de la promesa, en palabras del Ministro del Interior, Guillermo Francos, sobre que “el presidente mismo se comprometió a volver a tener reuniones con cierto método permanente de este tipo”.

La luna de miel en tránsito entre el presidente Milei y sus votantes, incluso todos aquellos que lo apoyaron en favor de un rotundo cambio respecto del modelo anterior de país y de gobierno, pese a que sus provincias de pertenencia adhirieron a una gobernación de un signo político opuesto a La Libertad Avanza y a Juntos por el Cambio, habilita al recientemente electo a cargo del Ejecutivo, a realizar las maniobras que crea más convenientes para el viraje político y económico propuesto. Lo mismo ocurre con los gobernadores. Son 10 los que pertenecen a Juntos por el Cambio que han demostrado buena voluntad para sumarse a la votación a favor del proyecto de “ley ómnibus”, con los matices y modificaciones que consideren necesarias. Entre dirigentes del PRO y otros de la Unión Cívica Radical, el gobierno suma adeptos de quienes deberán mirar al Ejecutivo en lo macro, y a los habitantes de sus provincias en el quehacer diario. Por su parte, el juego de oposición del Partido Justicialista pasará a estar francamente dividido entre los kirchneristas, y por ellos, los mas acérrimos a cualquier decisión que emane del Poder Ejecutivo, a su vez que de aquellos que siguiendo la línea del ex gobernador de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti, se muestran más federalistas, y del resto que han quedado atrincherados en sus distritos, con el favor del voto del pueblo para su mandato, aunque mermado por el voto pro Milei en el balotaje.

El caudal de legitimidad expresado a través de la obtención de casi el 57% con una diferencia de más del 11% respecto de Massa, como expliqué en una editorial anterior de @Haceinstantes, le brindó a Milei la foto junto a todos los gobernadores, un gesto político que marca un nuevo rumbo en la actual coyuntura, en el cual se pudieron dejar en claro los intereses provinciales, sus reclamos y demandas más urgentes, y saber en este tono, qué camino se trazará para el consenso en el Congreso y la posterior implementación, de las medidas económicas por venir. Los gobernadores saben que fueron votados por la mayoría de sus conciudadanos, quienes a su vez optaron por la fórmula de La Libertad Avanza para el gobierno nacional. Milei y el gabinete que a él responde, también lo sabe. El goce de alta popularidad debe ser aprovechada antes de cualquier desgaste de gestión. Y la población en su conjunto sufre los efectos de los altos índices de inflación y pobreza que repercuten en todos los ámbitos.

Tan duro resulta ser el panorama planteado y detallado por el gobierno, que la inquietud de los gobernadores estuvo centrada en los temas que les concierne resolver a la brevedad. La reunión de hoy estuvo precedida por otra virtual el viernes pasado con el Ministro Francos, fruto de la cual se estableció que, por el momento, no se aplicarán retenciones a las economías regionales, tal como estaba previsto en un principio. El impuesto a las ganancias tendrá su ítem correspondiente en el proyecto de presupuesto que el gobierno enviará al Congreso junto con la reforma en su plenitud, para permitir que ser revisada anualmente, por lo que, por el momento, se buscará dar marcha atrás “de manera transitoria” con la suba del mínimo no imponible tal cual fue sancionada en septiembre pasado por los legisladores, entre los que se encontraba Milei cuando desempeñaba ese rol. Más resistida es la propuesta de coparticipar el 70% del impuesto al cheque que le habían propuesto con anterioridad al ex Ministro Sergio Massa, pero que es descartada por Milei y el equipo económico de Caputo, aunque sea vista por algunos gobernadores, como una compensación de lo que sería el impuesto a las Ganancias sobre los ingresos de la cuarta categoría. Las obras públicas en marcha, otro gran tema para las provincias, podrán ser finalizadas contando con financiamiento proveniente de organismos multilaterales de crédito. Otras no habrá, como se aclaró en varias oportunidades. Y las deudas en dólares requerirán de asesoramiento en el Ministerio de Economía, ya que, no tienen una solución en el corto plazo.

El equilibrio fiscal pretendido por el gobierno, requiere de equilibrio fiscal en cada una de las provincias. Un ajuste severo en época de hiperinflación y recesión económica implica un costo político difícil de digerir por los mandatarios provinciales. El desenlace del tratamiento en el Congreso del paquete de medidas que enviará el Ejecutivo será crucial para el desempeño del actual gobierno, de cara a la implementación de medidas que le permitirán un cambio rotundo y radical, tal como fue planteado en campaña electoral y al principio de la gestión, en el primer discurso de Javier Milei como presidente de la Nación.

Por María Belén Aramburu