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22/11/2023

Transición ordenada entre gobiernos y en los partidos políticos y frentes

Para los ciudadanos, los buenos gestos entre el presidente electo y el saliente son importantes en cuanto a las primeras señales que puedan dar sobre la aceptación del último respecto de la derrota.

Transición ordenada entre gobiernos y en los partidos políticos y frentes

Los argentinos necesitamos vivir en Paz y que la transición hacia un gobierno de una ideología y signo político totalmente contrarios al actual se realice en orden, respetando la institucionalidad. Para los ciudadanos, los buenos gestos entre el presidente electo y el saliente son importantes en cuanto a las primeras señales que puedan dar sobre la aceptación del último respecto de la derrota del frente del que forma parte y ejecuta su gestión gubernamental, y de la información tanto formal como informal que reciba el primero.

La ventaja con la que cuenta Milei, principalmente, es su legitimidad. El casi 56% del total de los votos por él obtenidos, con una diferencia de un poco mas del 10%, es un mensaje claro de los votantes en cuanto a su elección por el libertario, a quienes sumo a los del PRO, cuestión sobre la que desarrollaré más adelante en mi editorial, le otorga una mayor legitimidad que si el resultado hubiese sido ajustado o casi parejo. Recuerdo que este término también fue utilizado cuando Cristina Kirchner logró la victoria para su segundo mandato con mas del 54% de los votos, frente a porcentajes repartidos entre el resto de los candidatos.

La legitimidad se basa en el resultado del triunfo y punto. Pero la diferencia de votos asigna mayor poder al mandatario lo cual también conlleva a una mayor responsabilidad, sobre todo cuando el porcentaje se convierte en un número histórico desde el regreso de la democracia.

¿Milei necesitó de los votantes del PRO o de parte de este partido de Juntos por el Cambio para su triunfo? Mi respuesta es que sí. No solo de los votantes sino también de su contribución en la fiscalización. Si el ex presidente Mauricio Macri o Patricia Bullrich, entre otros, pero ellos principalmente, no hubiesen expresado claramente su apoyo a Milei, ¿los votantes hubiesen ido a las huestes de Sergio Massa? Es difícil pensar un escenario de votantes que, habiendo optado en las PASO por Patricia Bullrich, se hubiesen inclinado por el saliente Ministro de Economía. Por supuesto que están aquellos que votaron por Horacio Rodríguez Larreta que podrían haber pensado de manera diferente su voto, además de los radicales, algunos de los cuales mostraron prescindencia, pero que en las PASO estaban incluídos en ambas fórmulas presidenciales, salvo Petri y otros quienes abiertamente se manifestaron a favor de la fórmula de Milei.

La transición ordenada de un gobierno a otro es fundamental en la democracia. Cuántas veces observamos con admiración las transiciones democráticas y respetuosas de nuestro país vecino Uruguay, elogiándolas por su grandeza republicana, por poner un ejemplo cercano. Es algo que la ciudadanía toda desea y necesita ver, en especial después de tanta incertidumbre convertida en la certeza de tener un presidente electo y mas o menos, ir sabiendo cuál es el camino que se irá recorriendo de aquí en más.

La transición incluye además, reacomodamiento interno de los frentes que componen los futuros gobierno y oposición. Del próximo gobierno, para estar a la altura de las gigantescas responsabilidades que a través de la administración pública deberá afrontar, para solucionar los problemas más acuciantes de los argentinos, como primeros pasos a dar, y de posicionar al país, entre los mejores del mundo como antaño, según lo prometido. Y lo que le corresponde a la futura fuerza de la oposición, para ejercer su rol con suma responsabilidad y prudencia, siendo que esta y el futuro partido y/o alianza en el poder, se contraponen en ideas e ideologías principalmente.

El aporte realizado a la Libertad Avanza y expresa y principalmente a Javier Milei por parte del ex presidente Mauricio Macri y Patricia Bullrich,no sólo ha significado un apoyo sino que será a su vez la implicancia de una participación de parte del PRO, o un sector del mismo, al futuro gobierno en primeras, segundas y terceras líneas de gestión, a la vez que de asesoramiento. Los dos referentes del PRO quedaron ubicados en el panorama político interno y hacia el resto, como los artífices de una coalición que triunfó en las elecciones, lo cual les da un crédito de acá para adelante, hacia adentro y hacia afuera.

La transición ordenada en referencia a los partidos y frentes políticos está orientada a una recomposición de la articulación entre los integrantes de cada sector. ¿Juntos por el Cambio quedará como el frente que se gestó inicialmente? ¿Unión por la Patria deberá redefinirse luego de la derrota electoral? Ambos serán susceptibles de modificaciones, tanto si permanecen sosteniendo la misma estructura o disolviéndose en varias diferentes. Pero nada será igual. Para ninguno, ni en el plano individual ni en el de conjunto.

En Juntos por el Cambio, el PRO tiene cuadros políticos fuertes que bien podrían formar parte de un próximo gobierno de la manera que sea, que no estuvieron ni presentes en la reunión definitoria del acuerdo ni a favor de las decisiones tomadas. Podría mencionar a dos, pero hay muchos otros: Horacio Rodríguez Larreta y Maria Eugenia Vidal por nombrar algunos pocos. Ni hablar dentro de la Unión Cívica Radical cuando hubo varios que se mostraron prescindentes de la opción por uno u otro candidato, pero sin inclinación hacia el voto a Milei, como Gerardo Morales o Martín Losteau, revisión mediante que harán todos en breve. Y con una Coalición Cívica expresada en contrario al acuerdo, Juntos por el Cambio requiere de una revisión que conllevará una reformulación a través de renovados planteos, con un liderazgo que el éxito del libertario le suministró al ex presidente Macri, quien está moviendo los hilos de colaboración con el primer mandatario electo, de modo de integración de dirigentes propios al nuevo gobierno. Aunque Milei ya se refirió abiertamente en su discurso luego del triunfo, a darle la bienvenida a todo aquel que quiera sumarse a su programa de gobierno. Así que son todos bienvenidos.

El comportamiento de los que serán oficialismo en el Congreso, obligan a un delineamiento de una nueva perspectiva partidaria y/o frentista ante los cambios que se proponen como inminentes en un Poder Legislativo atomizado en la distribución del poder partidario. Por su parte, hasta los gobernadores de Juntos por el Cambio reclaman que “las reformas tienen que tener consenso político”. Y es esa la búsqueda de cualquier dirigente político que quiera emprenderlas, sobre todo en lo inmediato. ¿Qué pasará con los gobernadores peronistas? ¿Prestarán su apoyo? ¿El propio y el de los legisladores que representan sus distritos? Presionarán seguramente para quedar alineados, en el intento de tener sus cuentas ordenadas y tener un balance equilibrado. Pero, en el contexto partidario de lo que ahora será la oposición, la transición también requiere de un ordenamiento. Por lo pronto, ya le pidieron al actual gobierno una compensación por la rebaja en Ganancias que, de no obtener respuesta satisfactoria terminará en la Corte, y de no ser así, será un problema a resolver por la futura gestión de Milei, entre otras cuestiones.

En Unión por la Patria, las diferencias entre el presidente Alberto Fernández y su vice Cristina Kirchner, quedaron expuestas a tal punto, que quebraron el frente construido, que derivó en la llegada de Sergio Massa como Ministro de Economía, devenido en candidato, ejerciendo su rol y el de las veces de primer mandatario si se quiere, con el resultado electoral adverso ya conocido. Con Cristina Kirchner desaparecida de la escena política interna y su reaparición con la reunión con la próxima vicepresidenta, Claudia Villarruel, ambas en las antípodas ideológicas, luego de vérsela en la última votación, el kirchnerismo quedó pendiente de redefinición, al igual que el frente conformado con otros sectores del peronismo, entre ellos, el Frente Renovador de Sergio Massa. Estas definiciones vendrán acompañadas por el desempeño que tendrán en el rol de opositores. En el Congreso, ya sea como un bloque compacto, o fragmentado en distintas líneas peronistas, marcarán el rumbo de su cohesión o la falta de ella, para la aprobación o rechazo de proyectos de ley del Ejecutivo y/o el tratamiento parlamentario de los propios.

Por María Belén Aramburu

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