El Frente de Todos se quedó sin Cristina candidata, por María Belén Aramburu

La vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, luego de haberse conocido su condena a 6 años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos por el delito de administración fraudulenta por “defraudación al Estado” en la causa Vialidad, después de tres años y medio de juicio oral, afirmó que “no voy a ser candidata a nada en 2023”.

¿Podría presentarse como candidata en las próximas elecciones? Sí. Claramente. Porque recién el 9 de marzo de 2023 se darán a conocer los fundamentos de la sentencia del Tribunal Oral Federal Nº2. La vicepresidenta va a apelar y tiene dos instancias para ello, la Cámara de Casación y el máximo tribunal, la Corte Suprema de Justicia.

El fiscal Diego Luciani también apelará, ya que el juez Andrés Basso fue el único magistrado de los tres que integran el Tribunal Oral Federal Nº2, que consideró que se estaba ante una asociación ilícita, por la cual se pidieron 6 años más de prisión, para sumar doce, acusación descartada por los jueces Jorge Gorini y Rodrigo Giménez Uriburu. Para el Ministerio Público Fiscal no caben dudas de la existencia de una “corrupción estatal” vinculada a la figura de asociación ilícita, por lo que, ante la apelación, será la Cámara de Casación la que deberá resolver, teniendo como última instancia, la Corte Suprema de Justicia.

Entre la apelación y/o las apelaciones, tanto de la fiscalía, como de Cristina Kirchner, el proceso judicial puede llevar aproximadamente tres años. En este sentido, la vicepresidenta se puede presentar como candidata a la presidencia de la Nación, legisladora para ocupar una banca en cualquiera de las dos Cámaras del Congreso, o cualquiera sea el cargo electivo que quiera. O cargo ejecutivo por supuesto.

Mucho se especuló con la idea de la preservación de sus fueros mediante un cargo. Y creo que, principalmente, su intención, fue la de correrse de ese escenario de especulaciones asegurando que su nombre “no va a estar en ninguna boleta”, agregando que “el 10 de diciembre del 2023 no voy a tener fueros, no voy a ser vicepresidenta” y al no ser candidata y, por lo tanto, no ejercer ningún cargo, no los tendrá. Fueron palabras desafiantes en un momento de campaña electoral, y de una funcionaria en ejercicio que recibe una condena, inédito hasta ahora, en la historia política de nuestro país.

O sea que, un tema es el de la y/o las apelaciones de la justicia y de Cristina Kirchner, con la dilación en el tiempo de tener una condena firme, que le permita el ejercicio de cargos públicos, desechando, al menos circunstancialmente, la condena a la inhabilitación, hasta que ésta quede firme, o lo que se resuelva mediante las apelaciones. Otro tema es el de los probables fueros que sólo tendría con un cargo. Pero si no se va a presentar a candidata a ninguno, no los tendría.

Un tercer punto es el de la desaparición del escenario kirchnerista, y/o del Frente de Todos, de Cristina presidenta, cuestión que ella no anunció oficialmente, aunque se la vea coqueteando con la idea cada vez que los vítores de sus seguidores la acompañan en sus apariciones públicas. Su hijo Máximo Kirchner, desestimó esta posibilidad para las próximas elecciones, pero es una idea que siempre ronda en cabezas propias y ajenas, ante la falta de candidatos por parte del frente oficialista, más allá de las aspiraciones de algunos, y la no aceptación del kirchnerismo más duro y La Cámpora de la postulación del presidente Alberto Fernández, para un nuevo período.

¿Y ahora qué? ¿Quién podría ser candidato/a por la presidencia por el Frente de Todos? Sin haber habido, reitero, una postulación oficial de una candidatura de Cristina Fernández de Kirchner, su arrastre de votantes de aproximadamente un 30%, que puede variar para menos, pero no bajar del 25% de núcleo duro, siempre ha sido un número tentador para volver a considerarla. Ni siquiera tendría que ir a una interna y disputar su poder frente a otros postulantes, de haberlos, teniendo en cuenta su impronta en la agrupación que integra. El único postulante que lanzó su candidatura públicamente fue el presidente Alberto Fernández, quien podría plantarse para competir con ella o quien sea en las PASO, aunque, habría que ver, si sus socios en el frente, y sus propios seguidores, lo hubiesen considerado conveniente.

La gobernación en la provincia de Buenos Aires es un hito importante para cualquier espacio político, pero lo es más en cuanto a la conservación de poder en el distrito con mayor ponderación en el caudal electoral, para el kirchnerismo. Su candidatura podría sumar una enorme ventaja en esta provincia, además de legisladores nacionales para ingresar en el Congreso. Como candidata a legisladora, encabezando la lista nacional en representación de la provincia de Buenos Aires, como se especuló en los últimos días y, descartando una candidatura presidencial, podría marcar una impronta para esta boleta y la especulación de un estratégico triunfo en la provincia. Por otra parte, de presentarse como candidata presidencial, ¿quién podría acompañarla?

Otra cuestión que habría que tener en cuenta, son las encuestas. ¿Cómo mide Cristina Kirchner después de la condena? ¿Qué impacto tiene en el Frente de Todos? ¿Quién/es podrían representar al espacio? ¿Cómo influye el escenario político en el económico y qué consecuencias tendrá en el corto y mediano plazo?

De no ser Cristina Kirchner la candidata a la presidencia de la Nación, como ella misma se encargó de anunciar, ¿quién podría ser el/la postulante a ese cargo? Uno es Alberto Fernández. Ya lo proclamó públicamente. Y sus deseos de competir abiertamente en internas a través de las PASO, que se siguen sosteniendo de acuerdo marca la ley, también fueron conocidos públicamente.

¿Qué otros candidatos aparecen en el firmamento del Frente de Todos? Sergio Massa, quien se está desempeñando en su rol de Ministro de Economía, cargo por el cual hasta tiene representación gubernamental en el exterior. Pero la altísima inflación, por el momento, le juega en contra. Además tendría otro frente: el familiar. Ya fue candidato a presidente en las dos últimas elecciones, en la última fusionándose en su integración con el Frente de Todos y, en esta alianza, mediando entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Kirchner y La Cámpora, hasta llegar a ocupar la cartera económica. En su casa tendría que lograr consenso familiar para seguir adelante. Siempre y cuando, las cartas que juegue en el plano doméstico e internacional, en materia económica, le sean favorables en cuanto a sus resultados.

Otros podrían ser Wado de Pedro, Ministro del Interior del actual gobierno, integrante de la mesa chica de La Cámpora, y muy pero muy cercano a la vicepresidenta. Algunos miran como probable, la postulación de Axel Kicillof, pero el gobernador quiere ser reelecto en su cargo. Daniel Scioli, embajador en Brasil, hace mucho que quiere ser presidente, y cuando se presentó, perdió las elecciones contra Mauricio Macri, en 2015. Y habría que ver qué grado de apoyo tendría cada uno de ellos en el Frente de Todos, más allá de sus aspiraciones.

Si no es Cristina, entonces, ¿quién? El peronismo comienza a pensar en potenciales candidaturas. Lo que sí es una certeza, es que sigue siendo considerada, dentro de su espacio, la jefa, y siendo o no candidata, continuará manejando los hilos del Frente de Todos, y de parte de la política argentina.

María Belén Aramburu