Alberto Fernández: "El país de la agresión y los insultos no funciona más"

Este miércoles, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, realizó declaraciones en el acto inaugural del Coloquio de IDEA, el evento que reúne todos los años a los principales empresarios del país y que en este 2020 se desarrolla de manera virtual por la pandemia del coronavirus. Durante su discurso adelantó que no habrá devaluación y que su Gobierno también se interesa por los empresarios.

"Tenemos problemas y hoy mismo enfrentamos un problema por la falta de divisas que heredamos, por una desconfianza que se crea porque se repiten cosas que no son ciertas, desde los que plantean que se viene una devaluación o que podemos quedarnos con los depósitos de la gente; jamas haría semejante cosa", aclaró el mandatario. "Lo único bueno en tanta tragedia es que finalmente tocamos el fondo del pozo", dijo luego.

"El mayor flagelo es la intolerancia, la descalificación del otro por no ser como yo, por no pensar como yo. Eso nos ha llevado a una Argentina dividida que no tira para el mismo lado. Esa Argentina dividida solo trae problemas. No hablo solo de la política. Lo que hemos visto estos días de marchas y marchas donde se plantean hasta protestas en domicilios particulares de jueces o de la vicepresidenta, o acá en la puerta de Olivos, con reclamos de la mas variada especie, están repletos de agresión, de insultos y de maltratos. Ese país no funciona más", relató el jefe de Estado haciendo referencia a las movilizaciones ocurridas en distintos puntos del país el lunes pasado.

Acto seguido, Fernández se refirió una vez más a la gestión anterior a la que criticó y pidió por un capitalismo más solidario. "El país estaba en terapia intensiva después de haberse endeudado locamente, pedirle más plata al FMI y permitir que la plata se fugue. Llegamos a una Argentina recesiva que había cerrado mas de 25 mil pymes, había potenciado el desempleo y la precarización del trabajo", explicó. "A nosotros solo nos queda mejorar, pero mejoremos con otro lógica, pongámosle al capitalismo al que todos adherimos, la cuota de solidaridad que necesita y que el Estado fije reglas claras y precisas", recalcó el presidente.

"Nosotros llegamos con toda nuestra fuerza y ganas de terminar con la pobreza y poner en marcha la maquinaria de la producción y el trabajo, pero a los 3 meses apareció el primer caso de coronavirus y todo nuestro objetivo cambió porque tuvimos otras urgencias", afirmó. Mientras que finalmente, procedió a remarcar el trabajo del Estado para asistir a las empresas en medio de la emergencia sanitaria a través del otorgamiento de los ATP. "Escucho decir que este es un Gobierno al que no le importan los empresarios pero nosotros llevamos adelante un programa para atender la producción y el trabajo y por esa vía llegamos a más de 236.000 empresas, que sin la ayuda del Estado tal vez hoy no existirían; así garantizamos el trabajo de 2.500.000 de argentinos", aseguró.