La fuerte carta de Braian Toledo que se leyó en su entierro

Este viernes despidieron los restos de Braian Toledo, el deportista olímpico fallecido el pasado jueves a la madrugada, quien se caracterizó por el sacrificio y la solidaridad para ayudar siempre a su familia. Durante el entierro, sus conocidos compartieron una emotiva carta que el atleta había escrito hace poco menos de un año, dirigida a sus familiares y amigos.

"Cuando todavía vivía en Marcos Paz, se me hacía cotidiano cruzarme a todo el mundo y no lo valoraba. Es feo decirlo, pero es como que te da igual. Pasa la vida y no te das cuenta de lo importante que es cada persona", comenzó diciendo la carta.

Y prosiguió, haciendo referencia a su estadía en Finlandia donde se entrenaba para tener un mejor rendimiento en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020: "Pero cuando no estás acá, percibís el detalle mínimo de cómo te saludaba un vecino, tu tío, o el mate que hacía tu prima. Te acordás de hasta la sensación de lo que sentías en ese momento. Y cuando ves dónde estás, en mi caso en Finlandia, con mucho frío, adentro de la casa, decís 'me encantaría estar una tarde en Marcos Paz' o con mi familia o mis amigos. Ahí estás tan enfocado en lo que tenés que hacer que no dimensionás lo importante que es para vos. Te das cuenta de lo que necesitás cuando no lo tenés".

"Por eso, estando acá, el poco tiempo libre que tengo lo destino para verlos, porque sé que siempre están esperando que pase a saludarlos, que los visite. Eso es lo que más se extraña, el afecto, la contención, el cariño. Eso que tenemos nosotros, los argentinos, sobre todo cuando se trata de familiares o amigos. Al principio fue duro, pero me acostumbré a valorar la vida, el día a día", se dejó leer en otro de los pasajes de la carta.

Y luego, en uno de los tramos más emocionantes, hizo referencia a su mamá: "Soy lo que soy por cómo me criaste. Siendo dura, estricta, exigente. Vivía bajo presión porque en la escuela me tenía que sacar un diez, para vos un nueve era malo. Gracias a esa presión, hoy a mí las presiones no me afectan. Me enseñaste que una mujer vale muchísimo. Vos sola nos dabas de comer a Débora y a mí. De lunes a sábados te ibas a las 6 de la mañana y volvías a las 10 de la noche. Por eso pienso que las mujeres tienen mucho más ovarios que muchos hombres".