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10/06/2019

Más allá de los resultados, las alianzas, por María Belén Aramburu

Las provincias desdoblan sus elecciones porque no hay definiciones de fórmulas de alianzas y/o de candidatos.

Más allá de los resultados, las alianzas, por María Belén Aramburu
Como estaba previsto y con más del 44% de los votos, en la provincia de Jujuy, el triunfo se lo llevó Gerardo Morales. Le dio una alegría al gobierno nacional y un guiño a Mauricio Macri agradeciéndole, pero también por la mañana había señalado que al Frente Cambiemos le faltaba peronismo.
Él mismo supo integrar a este partido en su fórmula con su vice y, de esta manera, tendiendo a que se imite a nivel nacional la ecuación provincial, pide un precandidato que pueda provenir del Partido Justicialista. Roberto Lavagna a quien acompañó como candidato a vicepresidente en 2007 es una posibilidad para Morales, tanto como Schiaretti o Urtubey. Y, desde ya, también y principalmente pide un precandidato de las huestes del radicalismo, Mario Negri o Ernesto Sanz son los que suenan más fuertes, aunque éste último ya desandó los pasos de la política prometiéndole a su familia más tiempo con ellos. Habrá que evaluar en una próxima reunión en Casa de Gobierno qué es lo que acordará quien nuevamente pisa fuerte en su provincia y cuyo triunfo lo avala como referente en su partido y el frente. No se descarta que el propio Morales y otros referentes de Cambiemos le pidan a Macri unas PASO que, por el momento fueron descartadas por el presidente y su entorno.
 
Sin sorpresas, en Entre Ríos el triunfo se lo llevó Gustavo Bordet, con casi la misma cantidad de votos que obtuvo en las PASO y con una marcada referencia respecto de su rival de Cambiemos, Atilio Benedetti. Si bien en un principio su inclinación fue por Alternativa Federal, fue un gran constructor de consensos para lograr el apoyo de todos los sectores del peronismo para lograr su reelección en consonancia con la nueva tendencia de los gobernadores o candidatos a gobernadores justicialistas que bregan por la unidad nacional.
 
La ciudad de Paraná merece un capítulo aparte ya que el vicegobernador de Bordet, Adán Bahl, logró quedarse con la intendencia que estaba en manos de Sergio Varisco, imputado con prisión preventiva, confirmados por la Cámara Federal de Casación Penal de financiar el transporte y comercialización de estupefacientes. De este modo, la ciudad vuelve a estar en poder del peronismo luego de 12 años.
 
Los oficialismos provinciales fueron otra vez vedette en estas elecciones. Morales en Jujuy, como mencioné anteriormente y el radicalismo en Mendoza con el delfín de Alfredo Cornejo en las PASO, esperando definiciones en las elecciones generales.
 
Juan Manzur, escindido de José Alperovich y presentándose cada uno por su lado en las elecciones, festejó el triunfo apoyando la fórmula de los Fernández. Su acercamiento se había dado en los últimos días cuando pasó a saludar a Alberto Fernández al Sanatorio Otamendi, se sacó una foto con él y la hizo obviamente pública. Alperovich siempre estuvo cerca de Cristina Fernández de Kirchner y Manzur de los candidatos de Alternativa Federal. Con la proclamación de la fórmula de los Fernández fueron varios los gobernadores que la apoyaron pero además pidieron unidad partidaria.
 
Mariano Arcioni pudo con el intendente kirchnerista de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares, quien se había alzado con un 16% en las PASO pero tenía el desafío de traccionar los votos obtenidos por los otros dos precandidatos de las PASO. No le alcanzó y Marcioni obtuvo no sólo el triunfo sino también la visita de Sergio Massa, tentado nuevamente por Alberto Fernández para acompañar al kirchnerismo aprovechando un móvil en vivo transmitiendo las elecciones. El gobernador reelecto tampoco quedó afuera del guiño a la fórmula de los Fernández.
 
Lo que queda claro es que los gobernadores peronistas, más allá de sus afinidades e intereses comunes con un sector del peronismo u otro, pretenden la unidad partidaria en pos de las próximas elecciones y en su objetivo como se los escucha decir, de ganarle al macrismo.
 
Las provincias han desdoblado sus elecciones no sólo para desprenderse de los resultados nacionales de la política económica imperante, sino también porque no había definiciones de fórmulas de alianzas y/o de candidatos. Me refiero tanto a los oficialistas como a los opositores.
 
El lanzamiento de la fórmula Fernández-Fernández los obligó a posicionarse pero como es un denominador común la unidad del Partido Justicialista se convirtieron a través de los exitosos triunfos en sus provincias, en los actores principales de armados para lograr la unidad y consensos.
 
 
Por María Belén Aramburu
 
 
 
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