“Precios Cuidados”: Ahora, para jubilados y pensionados, para llegar a fin de mes con $10300, por Laura Kalerguiz
No se tratará de una canasta básica de productos
Esta semana finalmente el gobierno anunciará, no solo el programa de créditos para jubilados y pensionados del cual les adelanté la semana pasada, sino que también sumará, a partir de mayo, un programa de “precios cuidados” para beneficiarios de jubilaciones, pensiones, planes sociales y asignación universal por hijo. Serán 18 millones de personas las alcanzadas.
El acuerdo se cerró con grandes cadenas de electrodomésticos y supermercados, en el cual se pauta que se lanzará una canasta de productos más bajos para beneficiarios de jubilaciones, pensiones, planes sociales y AUH.
Me pregunto ¿qué electrodoméstico puede comprar un mayor de 65 años que sobrevive con $10300 por mes?, ¿le alcanzará a una madre que cobra $2650 por hijo y que apenas puede conseguir un litro de leche, si es que encuentra, por debajo de los 50$?
Sin embargo, no será una canasta básica de productos propiamente, como la que ya conocemos todos, sino que habrá precios diferenciales más bajos y descuentos que cada cadena podrá elegir. Similar al que funciona actualmente con los bancos y que se ofrecen a trabajadores activos.
La devolución de la diferencia entre el precio y el descuento tendrá dos modalidades: en la línea de caja o como reintegro en la cuenta bancaria del beneficiario. Las rebajas regirán solamente para las compras con tarjetas de débito o billetera electrónica.
Más adelante el acuerdo incluirá medicamentos de una gran cadena de farmacias. Las preguntas al respecto son: ¿alcanzará a los que tienen los descuentos del PAMI? , ¿se sumará a los que ya tienen descuento o tendrán que optar entre uno u otro? Un jubilado gasta un promedio de $2500 por mes en medicamentos, y el descuento del PAMI es solo para aquellos que ganan menos de un haber y medio, es decir $15450.
Es decir que, por más “precios cuidados” que se lancen, la plata no alcanza y no se reactivará el consumo si la gente no tiene plata para gastar.
Por Laura Kalerguiz