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18/03/2019

Odebrecht: el negocio de los "infieles"

El relato de un ex abogado de la corporación dejó al descubierto la otra trama de la corrupción: los empleados que intermediaron en el pago de sobornos a políticos para quedarse con el dinero.

Odebrecht: el negocio de los "infieles"

La causa Odebrecht se transformó en una verdadera pesadilla para toda la clase política latinoamericana, a la que salpicó con la sospecha de haber cobrado sobornos para facilitar el acceso a la obra pública del gigante brasilero.

La estrategia que durante varias décadas tuvo este conglomerado empresarial para captar la mayor parte de las millonarias licitaciones por trabajos financiados con dineros de los estados, fue la de pagar a funcionarios para que allanaran en el camino de los procesos de selección de contratistas.

El complejo entramado de corrupción requirió de una ingeniería urdida cuidadosamente por los asesores legales de la corporación, uno de los cuales aportó un testimonio que fue clave para desentrañar la matriz de estos turbios manejos, que arrojaron ganancias exorbitantes.

Se trata de Rodrigo Tacla Durán, quien trabajó como letrado del Departamento de Operaciones Estructuradas de la mega compañía, que cuenta con 168.000 empleados y tentáculos en 28 países. Este abogado –que afronta un proceso legal en España por soborno, blanqueo y pertenencia a una organización criminal- es reclamado por la justicia brasileña por lavar presuntamente más de 12 millones de euros al dictado de la empresa.

Mientras colabora con el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Fiscalía Anticorrupción española, el abogado aporta un dato revelador: según su testimonio, muchos empleados de la constructora engañaron a la firma, ejerciendo una supuesta intermediación entre Odebrecht y varios de los políticos mencionados, para terminar robándole a ambos. La maniobra habría consistido en “engañar” a la empresa acerca de la necesidad de pagar “coimas” en distintos países, girarlo y apropiárselo en su propio beneficio.

Ante el juzgado de Instrucción de Madrid que lleva adelante el proceso en su contra, Tacla Durán describió el mecanismo con lujo de detalles: “Por ejemplo, la empresa desembolsó tres millones de euros en enero de 2016 al primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne. El pago se hizo a través del diplomático de este país Casroy James. El dinero buscaba que Antigua y Barbuda no comunicara a las autoridades judiciales de Brasil los movimientos en el Meinl Bank, una entidad local adquirida por Odebrecht y que se utilizó para blanquear los fondos de los sobornos. Aunque Browne recibió tres millones, la operación le costó a Odebrecht 10,5. La mayor parte de ese dinero acabó en el bolsillo de varios directivos de la constructora y del Meinl Bank. La decisión [del presunto soborno de Browne] se adoptó en septiembre de 2015 durante una reunión en el hotel Intercontinental de Madrid a la que yo mismo asistí”.

Otro de los casos mencionados en la declaración del abogado es el de la empresa SABRIMOL, a cuyo nombre los intermediarios de Odebrecht hicieron que se girara dinero para pagar coimas a funcionarios públicos argentinos, aunque en realidad “se apropiaron indebidamente de ese dinero con la falsa excusa de las coimas”.

En el expediente que tramita en la justicia argentina, hay pruebas de que gran parte del dinero girado a SABRIMOL terminó en cuentas personales de los funcionarios brasileños, quienes luego compraron departamentos en Miami. Si se demostrara que eso es falso, caerían los acuerdos de delación premiada en Brasil y los beneficios que con ello hubieren obtenido. Y si esto ocurre, los señalados por esas delaciones en este caso (como Jorge Rodríguez, con quien existían vínculos por otros negocios) caerían, dejando al descubierto a los verdaderos responsables de la irregularidad.

Una fuente con acceso a la causa aseguró que “está acreditado que se falsificaron las firmas de Rodriguez para intentar hacerlo aparecer como principal beneficiario de la maniobra y disminuir el rol de los empleados de Odebrecht (de apellidos Molinolo y Dentone), cuando fueron estos últimos los que directamente se apropiaron del dinero que manejaron en la maniobra”.

Por Mauro Federico

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