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04/01/2019

"Datos económicos en la mira", por María Belén Aramburu

El dólar y su impacto directo en la inflación tiene efectos adversos para el mercado interno más allá de sus beneficios para los exportadores que esperan siempre un tipo de cambio al que califican como competitivo.

"Datos económicos en la mira", por María Belén Aramburu

Los datos recientes del Relevamiento de Expectativas del Banco Central reflejan una inflación interanual del 28,7% para el 2019 y 19,9% para el 2020. La inflación núcleo rondaría el 26,9% para el año próximo mientras que la inflación interanual núcleo en 24 meses se instalaría en el 18,2%.

El índice inflacionario previsto por la ley de presupuesto se vería de este modo afectado en cuanto a que la proyección era menor, del 23%, y relacionado a un índice mensual estimado en el 2%.

 Sí bien la inflación de acuerdo con estos datos cedería respecto del total de este año y superando casi 6 puntos porcentuales el proyectado continuaría con un mercado con precios altos, fuera del alcance del bolsillo de la gente cuyo poder adquisitivo se vio deteriorado en años de sucesivas inflaciones sin su debida actualización en paritarias, con el consumo interno diezmado y la consecuente baja en la producción con una alta capacidad ociosa. Según los mismos datos  el dólar se ubicaría en $39,3 para llegar a fin de año a los $48,3, mientras el jueves llegaba a $38, 51, siendo la cuarta baja consecutiva de la divisa.

Con escasa intervención de la autoridad monetaria y existiendo una banda de flotación acotada, la pretensión del gobierno estaría centrada en no pasarla y que la variable de ajuste signada en parte por el interés devengado por las letras en pesos emitidas por el Banco Central vaya perdiendo su lugar para reflotar el valor del peso.

El dólar y su impacto directo en la inflación tiene efectos adversos para el mercado interno más allá de sus beneficios para los exportadores que esperan siempre un tipo de cambio al que califican como competitivo y para el Estado en términos de recaudación impositiva beneficioso.

El dato más alentador del tipo de cambio, ubicándolo cerca del piso de la banda de flotación establecida en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, fue acompañado de otros más estremecedores. La industria con su desplome del 13,3% en el mes de noviembre en la mayor contracción de casi una década  y el derrumbe en la construcción del 15,9% en el mismo mes.

Otro dato que no es menor a la hora de la inclinación de las inversiones es el de la rentabilidad de las Leliq en poder de los bancos que vinieron a suplantar a las Lebac, sólo que las actuales sólo se encuentran en poder de las entidades financieras. La tasa de interés en enero se espera sea en promedio del 57% para descender a un 38%. El dato de la tasa de interés influye directamente en el tipo de inversión a la que se dirija.

De ser alta pasará como hasta ahora. Se convertirá en un foco atractivo para inversiones financieras que seguirán alejando a las productivas. En Brasil el real se fortaleció y el índice Bovespa de la Bolsa de San Pablo ascendió un 3,6%. Paulo Guedes, Ministro de Economía, ex banquero de inversiones realizó anuncios vinculados con la reducción de impuestos y la revisión del sistema de pensiones que fueron aceptadas por el empresariado local, entre otras medidas tendientes a la privatización.

Algunos analistas económicos vincularon el alza de los bonos argentinos y el descenso del riesgo país  que cedió en un 3% ubicándose por debajo de los 800 puntos a una cuestión regional con enlace directo a un rebote positivo de los anuncios recientes de Bolsonaro. Todos datos que deberán seguir siendo analizados de cerca durante este año.

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