martes 16 de abril de 2024
Llovizna de gran intensidad 17.2ºc | Buenos Aires
28/09/2018

#EditorialHi: "Vivir con la receta del FMI", por María Belén Aramburu

#EditorialHi: "Vivir con la receta del FMI", por María Belén Aramburu

El desenlace de la puja entre el Fondo Monetario Internacional y Wall Street quedó claro esta semana con la renuncia de Luis Caputo al frente del Banco Central. Podríamos decir que le faltó timing y estaríamos en lo cierto si no fuese porque esa misma puja fue la que llevó a que el organismo financiero fijara las pautas y reglas de juego.Caputo heredó del ex presidente de la autoridad monetaria, Sturzenegger, el primer acuerdo con el Fondo, en el que se estableció la libre flotación para el dólar. Sturzenegger comenzó la gestión con un dólar a $18 que llegó a $28 y Caputo lo dejó en $38.En editoriales anteriores he dejado en claro que una de las herramientas de política monetaria que fijó el gobierno para contener el precio del dólar fueron las altísimas tasas de interés que, dieron por resultado, a mi entender un desvío de fondos del sector productivo al financiero, teniendo en cuenta que es muy poco probable que, con ellas se invierta en otro sector que no sea el que brinda un rendimiento tan alto y fácil de conseguir. Pero, más allá de esta circunstancia, tampoco provocaron el resultado esperado de evitar un incremento del tipo de cambio, con intervenciones mínimas de parte del Banco Central, ante lo cual, Caputo pidió autorización para ampliar el monto de las divisas a ser utilizadas en el mercado a tales propósitos, más allá de las tibias subastas y licitaciones de dólares, bastoneadas desde el Tesoro.La insistencia de Caputo, con gran llegada al mercado, llámese sobre todo bancos internacionales y locales, llevó a su desplazamiento del cargo, fortaleciendo al Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, cuyo cargo había sido puesto en duda aún mucho antes de la actual gestión en Estados Unidos, cuando Melconian se vislumbraba para ocupar su puesto y no aceptó al no concedérsele sus condiciones, entre las que se encontraba que dejase su puesto de presidente del Central, Luis Caputo. Dujovne inmediatamente puso a su segundo del ministerio, Guido Sandleris, al frente de la autoridad monetaria. Fue con quien elaboró el último acuerdo con el Fondo Monetario y en el que se pautó una banda de flotación de $10 que va de los $34 a los $44 para piso y techo respectivamente permitiendo una intervención diaria de 150 millones de dólares.La flotación del dólar no asegura un tipo de cambio controlado con una banda de flotación que permite una actuación mensual del 3% del tipo de cambio. A esto se suma la recesión de cuatro meses admitida desde Washington por el presidente y una espiral inflacionaria. El desembolso anticipado de lo que resta del acuerdo de 50.000 millones de dólares sumando 7.100 brindaría oxígeno para no entrar en default. Pero muchos aseguran que sólo serviría para pagar intereses de la deuda sin poder aliviar pagos de partidas presupuestarias. El presidente se ocupó de aclarar que no vamos a entrar en default ante la persistente duda de los integrantes de la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas pero, principalmente ante la inquietud de los mercados. El Fondo lo asegura con el préstamo y así lo hace saber.Un acuerdo supeditado a la sanción del proyecto de ley de Presupuesto que el Poder Ejecutivo envió al Congreso exige un pronto acuerdo con una oposición muy poco o nada dispuesta a firmar y comprometerse con un ajuste indeseado en el presente y en víspera de un año electoral,El contexto es de una deuda pública que llegaría al 111% a fin de año, en al menos un 70% en moneda extranjera, recesión e inflación, que conlleva a consecuencias en la producción, consumo y salarios, cuestiones fundamentales a atender.Y, lo que es más urgente, resolver la situación desesperante de una pobreza que de manera ascendente, alcanzó el 27,3%, 1,6% por encima del segundo semestre del año pasado, abarcando a 11 millones de personas.La UCA considera en base a sus recientes estudios que la pobreza va a aumentar y no hay crecimiento del empleo.Soluciones urgentes se requieren ante este panorama.Por María Belén Aramburu

Te puede interesar
Últimas noticias