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24/08/2018

#EditorialHi: "Las paritarias otra vez al descubierto", por María Belén Aramburu

#EditorialHi: "Las paritarias otra vez al descubierto", por María Belén Aramburu

Las medidas de fuerza de los gremios docentes tras su rechazo a la oferta salarial pone al descubierto, una vez más, y trascendiendo el análisis puntual de este sector, que no hay paritarias y, de haberlas, no se acercan a la proyección inflacionaria estimada para este año, situación que se agrava si se considera que la cláusula gatillo suele no ser una contemplación a incluir en la oferta y la de revisión, de existir, llevaría a analizar los datos del índice porcentual de aumento establecido comparado con la inflación para sentarse a negociar, en el mejor de los casos, la actualización tardía de los sueldos, una vez perdido el poder adquisitivo para hacer frente a los gastos más mínimos e indispensables. Por un lado, el paro docente de 72 horas para la próxima semana, luego del rechazo de los gremios de un aumento del 19% y el pago de material didáctico para llegar al 20,7%. No sólo afirman que no llega al 19,6% acumulado a julio sino que tampoco considera la inflación que vendrá y se acumulará de acá a fin de año, por lo que, de no entablarse nuevamente negociaciones, ni ser convocados como un par, como la palabra bien lo indica, se quedarían sin una respuesta efectiva a sus necesidades de aumento salarial. El caso de los docentes universitarios agrava la situación que se convirtió en permanente, las 57 universidades públicas de paro desde hace tres semanas. Con un incremento del 10,8% a cuenta de paritaria, 5% en mayo y 5,8% para aplicarse en agosto, un aumento del 15%, dicen que ofertado unilateralmente, fue retirado por el gobierno mientras el conflicto continúa. Puntualmente el sector de la educación atraviesa una situación crítica con docentes que encuentran sus salarios por debajo del índice de pobreza, con la incertidumbre de no saber si se llega a fin de mes, o con la certeza de saber que no se puede, y sin un panorama claro de aumentos. Considero que el tema salarial trasciende a cualquier sector, cuando las ofertas, en muchos de los casos unilaterales y sin convocatoria de los trabajadores, no contemplan el índice inflacionario real y el que está por venir de acuerdo con las previsiones de economistas de distintas tendencias ideológicas y hasta partidarias, en sueldos que se destinan a cubrir las necesidades básicas de alimentación, bebida, servicios, vivienda. El rechazo al aumento del 25% del salario mínimo vital y móvil llevándolo a $12.500 de parte de todas las fuerzas políticas el mes pasado, dejó un vacío en un ítem que debiese ser atendido con urgencia. La inflación se ubicaría en un porcentaje mayor al 30, con revisión del Fondo Monetario Internacional, reunión del directorio del organismo financiero internacional mediante, si supera el 32%. Siendo que se prevé que superará el 30% ningún gremio de trabajadores puede dejar de pretender al menos un porcentaje que se le acerque. Lo más urgente en estos casos es poder hacer frente a los gastos corrientes de la familia del trabajador. Y considerar además, el impulso al consumo que, en el caso de la recuperación del poder adquisitivo, genera en el mercado.Por María Belén Aramburu

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