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25/11/2012

Ricky Sarkany en revista Brando

Ricky Sarkany en revista Brando

Su papá era zapatero, su abuelo también . En los años 40 las botas Sarkany son un suceso, pero en 1950 su éxito da un giro. En tiempos del comunismo Esteban, su padre, decide votar un plebiscito en contra del gobierno.El día de la elección un puñado de uniformados se acercan a su casa a preguntarle por qué le había dado la espalda al comunismo. Sarkany se escapa esa misma noche con su esposa embarazada. Escapan a Checoslovaquia, de ahí a Austria y de allí a Italia. Su mujer acaba de dar a luz cuando abordan un vapor rumbo a Buenos Aires. Sarkany fabrica su primer colección made in Argentina: un par de botas con flecos. A los dueños de las zapaterías porteñas les parecía un despropósito, uno de ellos le dice: “Acá son machistas. Una mujer no lleva botas a menos que sea una prostituta”.Pero el primer Sarkany célebre es un cabeza dura y produce las botas con flecos, pero termina vendiendo las botas a las prostitutas y con eso reúne dinero para lanzar sus famosas sandalias, famosas en Europa, acá ni fu ni fa.Pero como tiene la cabeza dura saca su producción de sandalias rosadas y vuelve a fracasar. Al final, Sarkany baja la guardia y se suma ala ola. Trabaja durante años haciendo el típico zapato de cuero con la punta acharolada.Cuando puede caminar y usar tijeras Ricky empieza a diseñar sus propios modelos de papel. Para él la fábrica de su papá es como Disneylandia.A los 14 hace su primer zapato perfecto, diseñado para la hermana, con taco recto y plataforma. Un día a Ricky se le ocurre una idea: “Papá ¿Y por qué no vendés directamente al público? Así te evitas la pesadilla de lidiar siempre con intermediarios. Su padre contestó: “Si salimos a vender al público, los zapateros nos van a ver como la competencia y no nos van a comprar más”.La discusión dura un año pero una mañana que Ricky llega a la universidad, advierte que sus compañeros se le ríen en la cara. “¿Así que sos el más caro del mercado eh?”. Como no entiende nada le muestran un aviso en el diario: “Ricky Sarkany vende al público. El calzado más caro del país a precio de fábrica” El padre sin decirle nada, le da bola y le pone al emprendimiento el nombre de su hijo.El problema es que los zapateros, tal como palpitó papá, dejan de comprarle. Pero entonces sucede algo impensado que cambia la historia para siempre: La moda se pone de moda, se transforma en una enfermedad contagiosa.Como cada vez más modelos visten Sarkany la familia no para de producir. Ricky, un creativo, tiene vuelo con los diseños. Convoca a un director de arte y presenta las colecciones como un cuento en el que todo tiene que ensamblarse, desde la escenografía hasta el aura que transmite la modelo. Su padre, entrado en los 80 años, sigue trabajando en la fábrica pero dice que no entiende los nuevos tiempos.En la crisis del 2002, los Sarkany invierten 200 mil dólares, captan nuevos mercados, hay auge de turistas y tienen en el año su pico de crecimiento. Hoy en día Sarkany tiene 107 locales, exporta a toda América Latina y produce 3500 pares de zapatos al día.Cada vez que habla Ricky toma el micrófono y siempre empieza diciendo: “Todo empezó en Hungría con un zapatero. Ese zapatero era mi papá, la tercera generación en el rubro”. Y la historia vuelve a empezar, ahora se viene Sofía, de 22 años, la quinta generación y primera mujer.

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