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19/06/2012

Máximo Ravenna "La obesidad es una enfermedad neurológica"

Máximo Ravenna "La obesidad es una enfermedad neurológica"

Lo dijo el Dr. Máximo Ravenna, con relación a las causas que generan el más común de los deterioros físicos. El destacado médico nutricionista explica que en 2004 en un Congreso en Las vegas se planteó como tema principal "la obesidad como una patología cerebral". A continuación los detalles.Entre los factores que actúan sobre el cerebro para desembocar en esta enfermedad, el especialista ubica el tipo de comidas que se ingieren al tope de la lista. "La comida rica no genera saciedad porque lo sabroso regenera el circuito de voracidad" expresó Ravenna, y agregó "la comida demasiado sabrosa genera una especie de "Triangulo de las Bermudas", en donde desaparecen los flacos..."Hay alimentos atrapantes que hacen que el cuerpo y la mente pidan lo que no es necesario"Esto ha hecho que en los últimos 30 años se haya pasado de un 15 % de la población obesa a un 75% en algunas partes del mundo.Es tan importante lo neurológico, que, contrariamente a lo que muchos creen, el Dr. Ravenna explica que los obesos tienen un estómago sano pero no así su psiquis, con lo cuál considera que las operaciones para bajar de peso en las que se extrae parte del estómago son inútiles si la cabeza funciona igual que antes.El Dr. Ravenna estudia y desarrolla el tema hace más de tres décadas, fundamentando su método en el trabajo sobre la psiquis del paciente. Día a día, los especialistas de su Centro Terapéutico y él mismo llevan adelante grupos de pacientes en donde se trata de persuadir a quienes asisten para que "pongan la mente en blanco" y se concentren en los límites necesarios para aprender a comer y en cuando parar de hacerlo. Allí se juntan pacientes recién llegados con aquellos que ya están en etapa de "mantenimiento" y se integran las voluntades para ayudarse mutuamente.La relación "persona a persona" es fundamental para que los enfermos de obesidad se sientan contenidos y comprendidos, pero principalmente orientados por profesionales del equipo de Ravenna que, incluso, les brindan sus teléfonos particulares para asistirlos en los momentos en que" la cabeza los abandona", un ejemplo más del abordaje para recuperar la relación que debe existir entre lo neurológico y lo físico.Al respecto, el especialista detalla que "no se trata de enseñar a comer porque el paciente ya lo sabe, lo que no sabe es parar, porque está dominado" y aseguró..."cuando se come de más, la cabeza gasta energías en pensar cómo se saca esa ingesta excesiva y no se concentra en evitarla". "Hay que pelear con la vinculación patológica que tienen los obesos entre su ser gordo que les dice "seguí comiendo" y su ser flaco que le dice "pará de comer porque quiero vivir dignamente"A partir de esta doctrina de trabajo que ha dado a Ravenna reconocimiento internacional, su método ha comenzado a formar parte de estudios científicos en todo el mundo. Uno de los resultados muestra que hace pocos días un equipo italiano de médicos y psicólogos armó lo que denominaron un “menú del bienestar mental” conformado por los alimentos que se deberían incorporar a la dieta para tener un cerebro sano. Pescado, nueces, vino, leche, vegetales, espárragos, espinacas, menta y salvia, son algunos de ellos.El salmón y el atún también son fuente importante de omega 3, por lo que se asocian con el desarrollo y función del sistema nervioso y favorecen las funciones cognitivas, como la memoria. En tanto, otros alimentos como la soja, las almendras y las nueces, además de su efecto antidepresivo sirven para combatir el déficit de atención en chicos porque favorecen a una buena calidad de neuronas y previenen la aterosclerosis.Vale destacar que cada uno de estos alimentos y sus propiedades favorecen al sistema neurológico y una mente sana favorece al cuerpo, pero los limites a la hora de ingerirlos deben estar más que presentes para que no se produzca un efecto inverso que anule sus propiedades y enferme la psiquis.Por último, se destaca que la actividad física, también actúa sobre la mente, relajando las presiones, ocupando el tiempo y generando una saciedad alejada de la comida. Hay una retroalimentación entre cuerpo y mente que ayuda a recuperar el cerebro de los malos hábitos alimentarios.En fín, la tarea del Dr. Máximo Ravenna y el abordaje personalizado sobre mente y cuerpo, en ese orden, de cada uno de sus pacientes lo ubica como un pionero en la materia, y como fuente inagotable de consulta para las futuras investigaciones y sus resultados.

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