Jorge Bergoglio planteó la posibilidad de la renuncia a su cargo, al "no poder seguir con el mismo ritmo de viajes que antes" por complicaciones en su salud.
El sumo pontífice se disculpó con un grupo de fieles por tener que recibirles sentado debido al problema que sufre en una pierna y, aunque lo consideró una "humillación", reconoció que debe obedecer a sus médicos.
El Papa, de 85 años, había tenido que suspender la semana pasada algunas actividades. El viernes, ya había cancelado su reunión con el canciller Santiago Cafiero.
Francisco mantuvo su agenda con normalidad y pasado el mediodía romano, recibió a refugiados africanos y asiáticos que llegaron anoche a Roma desde Chipre.