Los rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa irán a juicio oral

A más de un año del crimen en Villa Gesell, el juez de Garantías David Mancinelli firmó la elevación a juicio para los nueve rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa en la puerta del boliche Le Brique de la ciudad balnearia. El hecho fue calificado como un homicidio doblemente agravado por alevosía y por la cantidad de participantes, cuya pena es la prisión perpetua.

Los jóvenes enfrentarán un tribunal colegiado de tres magistrados en la jurisdicción de Dolores en una fecha a definir. De los diez acusados, Juan Guarino quedó definitivamente sobreseído, luego de que la fiscal Verónica Zamboni planteara que no estaba vinculado al hecho. Los mismo sucedió con Alejo Milanesi, liberado junto a él cuando comenzó la causa.

Sin embargo, los abogados de la familia de Báez Sosa, Fernando Burlando y Fabián Améndola habían asegurado en diciembre que había elementos para imputar a Milanesi, como marcas compatibles con rasguños en el cuello y un reconocimiento parcial de un amigo de la víctima. Por este motivo, el juez Mancinelli buscó no privar a la familia de su derecho a la justicia y su participación o no en el crimen será resuelta en el juicio.

Según declara el pedido de elevación a juicio, que tiene 343 páginas, el ataque al joven fue planeado. De los ocho rugbiers, cinco (Máximo Pablo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Franco Benicelli y Blas Cinalli) fueron a buscar a Fernando, “lo tomaron desprevenido y de espaldas” y “comenzaron a golpearlo en distintas partes del cuerpo” hasta causarle un “un paro cardíaco producido por shock neurogénico debido a un traumatismo de cráneo”.

Mientras tanto, los otros tres (Ayrton Michael Viollaz, Lucas Fidel Pertossi y Luciano Pertossi) impidieron que los amigos de la víctima lo ayudaran e incluso los golpearon varias veces.