Crimen en Villa Gesell: los rugbiers se presentaron frente al juez y se mostraron como inocentes

Este jueves por la mañana los rugbiers detenidos por el ataque a Fernando Báez Sosa viajaron al juzgado situado en Boulevard Silvio Gesell y Paseo 120 para llevar a cabo la audiencia presidida por el juez de Garantías de la causa David Mancinelli. "No quisimos matarlo", dijo Blas Cinalli, de 18 años, uno de los partícipes del hecho.

Según uno de los abogados de la familia Báez Sosa, Fabián Amendola, los rugbiers no se mostraron arrepentidos por el crimen de Fernando y que uno de ellos "dijo que son inocentes". Asimismo, se mostró en desacuerdo con el pedido de prisión domiciliaria solicitada por la defensa de los imputados Hugo Tomei. Será mañana viernes cuando finalmente el juez de la causa determine si se aplicará dicha condena o no. Amendola, por su parte, indicó que pidieron, sumada a la acusación fiscal por homicido agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, los agravantes de alevosía y homicidio por placer.

"Me pareció un grupo de jóvenes bastantes fríos. Alguno se mostró compungido, pero fundamentalmente por el estado de encierro. Ninguno hizo uso de la palabra para decir que estaban arrepentidos o algo por el estilo", dijo Amendola en declaraciones a la prensa.

Los rugbiers fueron trasladados en un micro del Servicio Penitenciario Bonaerense, desde la Penitenciaría 6 de Dolores, donde se encuentran detenidos, custodiados por cuatro patrullas. Al llegar a la audiencia, fueron insultados por una gran cantidad de vecinos al grito de "asesinos". Del total de rugbiers implicados en el hecho, Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino, liberados el pasado lunes por falta de pruebas, no estuvieron presentes ante la falta de consideración por parte de la justicia.