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06/12/2019

Pobreza: tema urgente, por María Belén Aramburu

De estos números se desprende que más de 4 millones son indigentes, entre los sectores urbano y rural.

Pobreza: tema urgente, por María Belén Aramburu

Considerando las estadísticas presentadas por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, la pobreza de la población urbana alcanza al 40,8%, lo que suma 16 millones de pobres. De estos números se desprende que más de 4 millones son indigentes, entre los sectores urbano y rural.

En su comparación con el mismo período de 2015 en que la pobreza se ubicaba en el 30%, se desprende que tuvo un aumento del 10,8%. Comparado con el tercer trimestre de 2017, cuando la pobreza alcanzó el menor valor de la gestión del actual gobierno, se incrementó un 12% respecto de ese mismo período.
 

Cuando menciono cifras en relación con la pobreza no puedo dejar de sentir indignación ni tristeza porque cada uno en sí mismo padece una situación de indignidad por la que no debiese atravesar en su condición humana. La pobreza lo deja al margen de todo. De lo que necesita para cubrir sus necesidades básicas más elementales materiales que además están íntimamente ligadas a su bienestar y calidad de vida y, como dije anteriormente reitero, a su dignidad.
 

Planteado el tema como número es absolutamente frío porque se debe reparar en casa una de las personas que sufren este padecimiento, que quedan fuera del llamado “sistema” que debe tener una mirada atenta dispuesta a brindar soluciones. Los números sirven para saber cuál es el diagnóstico. Pero éste, de permanecer en un escrito, sólo genera más frustración si no se lo encara con medidas certeras y urgentes. Y por lo que advertimos en las cifras, millones de personas que no se encontraban en esta situación, que podían cubrir al menos necesidades básicas cayeron en condiciones de pobreza e indigencia. Son absolutamente vulnerables y quedan desprotegidos.
 

Sabemos que hay una pobreza estructural a resolver pero su núcleo más duro recae en 10 millones de personas, “personas” recordemos por favor y reparemos en cada una de ellas. Este porcentaje ahora acrecentado ha atravesado y sigue atravesando a todos los gobiernos sin distinción ideológica y política en un país rico por su naturaleza, bendecido por sus recursos naturales pero, evidentemente, muy mal administrado.
 

Quiero centrarme ahora en las cifras de la pobreza en menores de 17 años. En este sector llega a casi el 60%, reflejando, tal cual menciona el informe de la UCA, “una persistente infantilización de la pobreza en la Argentina urbana”. En relación con la medición de 2015, se incrementó un 13,4%.
 

¿Cómo puede crecer y desarrollarse un niño en condiciones de pobreza? Por empezar afecta todos los derechos de un niño en su presente y desarrollo en el mediano y largo plazo. Su vulnerabilidad afectando condiciones materiales en cuanto a su situación económica, deficiencias en la salud y educación traerá consecuencias para varias generaciones.
 

Para combatir la pobreza se necesita primero y ante todo tomar la exacta dimensión del problema y su urgencia y abordarlo desde una perspectiva de política pública estatal con acuerdos y propuestas con todos los sectores políticos para que su continuidad en el tiempo no dependa de un gobierno u otro.
 

Se recurre a comedores en los que poder tener una ración al memos al día puede ser la gloria para esos niños, algunos de los cuales van acompañados por sus familiares, envueltos en las mismas necesidades.
 

Los planes pueden ser circunstanciales pero nunca definitivos. El problema a resolver para la población económicamente activa, o sea la de aquella que se encuentra en condiciones de poder trabajar, es la de tener un trabajo digno. Apuntar a una reforma laboral que incorpore al sector marginado de la sociedad es fundamental.
 

Tenemos una deuda a pagar. Con la pobreza una moral importantísima. En lo económico con los privados y el Fondo Monetario Internacional. Será menester del nuevo gobierno resolver las condiciones. Por su parte el próximo presidente, Alberto Fernández, adelantó que se sentarán con el organismo financiero a plantear que no sólo no tomarán los que queda del crédito stand by, unos 10.000 millones de dólares, sino que el país debe crecer y desarrollarse antes de poder pagar lo que se debe en materia de capital e intereses.
 

Cuestión a resolver pendiente es el alto índice inflacionario. Contener y disminuir la pobreza en este contexto resulta impracticable. Y el tipo de cambio con su consecuente impacto en los precios es otro de los temas a atender.
 

En cada mirada de un niño, adolescente o adulto que atraviesa situación de pobreza, se vislumbra la desesperación y un pedido de auxilio.

 

Por María Belén Aramburu

 

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