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19/03/2019

La pesadilla de Vicente: 25 años con un DNI mellizo, por Laura Kalerguiz

Peregrina desde hace 25 años por oficinas públicas sin que nadie lo ayude

La pesadilla de Vicente: 25 años con un DNI mellizo, por Laura Kalerguiz

Vicente Fissore tiene 78 años, vive desde siempre en San Francisco, Córdoba. Su vida cambió radicalmente en 1994 cuando lo empezaron a llamar para reclamarle deudas que nunca había contraído. Con el tiempo se enteró que había tenido una empresa de transportes que quebró y una recaudadora de caudales que tuvo el mismo destino.

“No tengo plata ni para ponerle aire a la bicicleta” me dice en una charla telefónica, “mire si voy a tener alguna empresa”.

Vicente fue empleado y chofer toda su vida y gana, con el aumento de marzo, $10300. Sin embargo, no accede a la tarifa social del gas “por ser millonario”. Tampoco tiene la tarifa de jubilados en el transporte público y cuando pidió un crédito de la tarjeta Argenta, recibió un NO tajante por estar inscripto en el VERAZ. Incluso no tiene los descuentos de los medicamentos del PAMI, porque tiene “altos ingresos”.

“¡Estoy harto de que me llamen de bancos, estudios jurídicos y tarjetas de crédito para cobrarme deudas que no tengo! Menos mal que vivo en la casa de mi hijo, si no estaría en la calle porque me hubieran rematado la casa”, reconoce angustiado.

Sucede que su número de DNI es mellizo con el de una mujer que vive en Buenos Aires: “la intenté contactar pero nunca me atendió”, revela.

En estos 20 años, Vicente peregrinó por policía, juzgados, Renaper, Defensoría del Pueblo  de la Nación, Registro Civil. Todos le contestaron lo mismo: que no pueden hacer nada…. “Entonces ya no sé qué hacer” me dice.

Su principal problema hoy es que su esposa falleció hace 7 meses y le deniegan la pensión por fallecimiento, siempre por la misma razón.

Este caso demuestra el abandono absoluto del Estado.  25 años con un DNI mellizo y ningún organismo, a pesar de las presentaciones y denuncias, solucionó el problema de Vicente.

Pareciera que en este país, los ciudadanos estamos abandonados a la buena de Dios, en todo sentido institucional lo digo. Y si tenés la mala suerte que te pase lo que le pasa a Vicente, ni siquiera los organismos que se encargan de que esta clase de situaciones no sucedan, van a darte una solución.

 

Por Laura Kalerguiz

 

 

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