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11/03/2019

Neuquén: Cada cual atiende su juego, por María Belén Aramburu

De la provincia depende la asignación de contratos de concesión de exploración y explotación de gas y petróleo.

Neuquén: Cada cual atiende su juego, por María Belén Aramburu
El motivo del título de mi editorial se vincula a las explicaciones que cada partido político da en relación con los resultados de las elecciones en la provincia de Neuquén, que, seguramente, y en vista a las elecciones nacionales y presidenciales, se reproducirán en la interpretación de los números obtenidos en cada distrito. Pero de los últimos me ocuparé en próximas editoriales. Hoy es el turno de Neuquén.
 
El vencedor en esta contienda electoral es Omar Gutiérrez, actual gobernador de la provincia en la que su partido, el Movimiento Popular Neuquino gobierna desde 1963, habiéndose creado dos años antes en la casa de Amado Sapag en la ciudad de Zapala, habiendo sido designado presidente, Elías Sapag. Felipe Sapag, erigiéndose como el primer gobernador representante de esta agrupación política, fue la figura preponderante de este grupo familiar de origen libanés con gran poder político y económico en la provincia. Desde ese entonces y con interrupciones en nuestra democracia fue ese partido el que dominó con su triunfo, todas las elecciones gubernamentales con el apellido Sapag que caracteriza su impronta y matizado por un Salvatori, Sobisch o Gutiérrez como el actual.
 
Lo cierto es que una vez más se alzó con el poder el Movimiento Popular Neuquino, a través de su gobernador Omar Gutiérrez, con una amplia diferencia de 14 puntos  respecto del segundo, Ramón Rioseco de Unidad Ciudadana, apoyado por Cristina Fernández de Kirchner.
 
Si bien es un distrito chico en cuanto a su población, siendo que aproximadamente 500.000 personas se encontraban habilitadas para votar, tiene un peso específico propio por sus riquezas naturales. Allí se encuentra Vaca Muerta, una de las principales reservas de gas y petróleo del mundo en la cual el gobierno nacional puso su atención preferencialmente para convertirlo en un punto atractivo para las inversiones locales y extranjeras. Tal es así que para este año la proyección de inversiones gira en torno de los 7.000 millones de dólares con regalías de $35.000 millones. Es por eso también que estas elecciones eran seguidas de cerca por locales, nacionales y en especial, empresas del exterior. El motivo es claro. De la provincia depende la asignación de contratos de concesión de exploración y explotación de gas y petróleo. Y como quien gobierne el distrito continuará o dejará de hacerlo con las condiciones que desde el ejecutivo se impartan, todos los candidatos aseguraron continuidad a las empresas presentes con promesas de abrir las puertas a futuros inversores. Con Omar Gutiérrez gobernador se mantiene el status quo.
 
Con el 15% del caudal de votos quedó tercero Horacio “Pechi” Quiroga proveniente de las huestes del radicalismo. Debió enfrentar la incómoda pregunta de los periodistas al final de la campaña sobre si el gobierno nacional le había soltado la mano. En los afiches de las calles neuquinas no se lo vio en la foto con el presidente de la Nación. Quizás enojado con quien también recibió en enero durante sus vacaciones en el sur al candidato del MPN, o por lograr escindirse de la figura presidencial, o porque ningún funcionario del gobierno nacional lo acompañó en campaña. Fue el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodriguez Larreta quien, en el recorrido de las obras del Metrobús, que emulan las del distrito porteño, se sacó fotos con el candidato. Pero hasta este gesto resultó escaso para el radical que pretendía tener los recursos suficientes para que la inauguración se diese antes de la finalización de la campaña y no después de las elecciones.
 
El desprendimiento del gobierno nacional fue tan evidente que su postura se vio reflejada a través de un diputado neuquino del PRO, Leandro López, quien instó al voto “racional y útil” con la consecuente interpretación de no desperdiciar votos en quien no tenía posibilidades de ganar para volcarlos en el potencial triunfador que finalmente lo fue, además de por sus propios seguidores, por los que se fueron de las filas de Quiroga a la hora de votar.
 
En esta elección hubo un cuarto en el puesto que, habiéndose negado a obedecer la indicación recibida de bajarse de su postulación, obtuvo un 10% del total de los votos, más de lo esperado por encuestadores propios y ajenos.
Sin olvidarse que Jorge Sobisch fue tres veces gobernador de la provincia por el MPN,  interpreto que, si bien son votos propios, también son afines al actual gobernador por lo que, sumados en cuanto a su parentesco se podría llegar al 49% de afinidad política del votante neuquino, dejando muy atrás al segundo y más todavía al tercero.
 
Con el 26% de los votos, Ramón Rioseco, el candidato de Unidad Ciudadana, salió segundo. Recibió el respaldo de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner quien se fotografió junto a él a fines del año pasado y principios de éste y añadió su voz en el último spot publicitario del candidato.
La interpretación que a los resultados le da el kirchnerismo, más allá de que en el momento en que estoy escribiendo mi editorial no se ha pronunciado públicamente al respecto la senadora Fernández de Kirchner, se centra en el tercer puesto del candidato del Frente Cambiemos, Horacio “Pechi” Quiroga. Con él asocian, en una proyección nacional de la elección, una derrota del gobierno nacional.
 
Ante la consulta sobre los resultados obtenidos por su propio candidato, Ramón Rioseco, todos me respondieron sobre la larga e ininterrumpida trayectoria desde la década del 60, difícil de romper, del MPN. Sin centrarse en la diferencia de votos con Gutiérrez destacaron una buena elección de su candidato y apuntaron a la derrota del Frente Cambiemos con el bajo porcentaje obtenido por Quiroga quien además quedó ubicado detrás de Rioseco con una diferencia del 11%.
 
Las lecturas de las elecciones de Neuquén fuera del distrito cuando muchos neuquinos tienen una interpretación más local y ajena a los vaivenes nacionales sin escindirse de ellos porque sería imposible aislarse de un pensamiento asociado con los próximos resultados electorales nacionales sobre todo presidenciales, conlleva a analizar los votos desde un lugar en que la polarización de los candidatos de Cambiemos y Unidad Ciudadana quedó más lejana para el ciudadano del distrito. Y si bien el MPN no integra el Frente Cambiemos, tampoco se puede dejar de valorar los encuentros entre el presidente Macri y el gobernador ahora reelecto Gutiérrez en una simpatía asociada a la presencia de Vaca Muerta en la provincia como fuente de recursos para la Nación y el atractivo de inversiones de empresas argentinas y extranjeras.
 
Con buena llegada al gobierno nacional, Gutiérrez recibió el apoyo del presidente y funcionarios gubernamentales de primera línea. No es que haya triunfado Cambiemos pero, al menos, para el gobierno no ganó Rioseco, o sea Unidad Ciudadana y, por ende, la proyección nacional que de lo contrario habría tenido la ex presidenta. Y, para el gobierno, triunfó un aliado.
 
Por María Belén Aramburu
 
 
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