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04/05/2018

#EditorialHi: El dólar en alza, ¿hasta cuándo?, por María Belén Aramburu

#EditorialHi: El dólar en alza, ¿hasta cuándo?, por María Belén Aramburu

El dólar sigue en alza. ¿Hasta cuándo? Es la pregunta que nos hacemos todos. Porque a nivel interno la suba del tipo de cambio tiene una repercusión inmediata en los precios. Y la inflación que viene superando en sus proyecciones a la pautada por el gobierno del 15% necesita ser controlada de cerca.La semana pasada, en mi editorial para @Haceinstantes dejé en claro las herramientas de política monetaria que el gobierno iba a utilizar para mantener el valor del dólar al precio más conveniente. ¿Más conveniente para quién o para quiénes? ¿A cuánto debiese estar el tipo de cambio? Esa respuesta se da siempre desde el modelo al que se apunta. ¿Por qué? Porque para algunos debiese estar más bajo, sobre todo a los que señalan el efecto cascada sobre el nivel inflacionario. Y, para otros, debiese estar más alto, como por ejemplo para el sector exportador por mencionar alguno. Las herramientas que la semana pasada les mencioné iban a ser utilizadas, fueron las que empleó el gobierno durante toda la semana, dándole continuidad a una puja por la suba que es presionada a estabilizarse en un lugar que el Banco Central coloque como más segura a los propósitos de impedir el aumento del índice inflacionario. Una es la suba de la tasa de interés de las Lebac y otra es la intervención del Central a través de la venta de dólares. La primera instancia está condicionada por el interés tan alto que genera esta colocación desviando el flujo de capitales que, de otro modo, tendrían como destino las inversiones productivas. La segunda es que es finita, pero, por ahora, se tienen cerca de US$60.000 millones en reservas. Y, hasta el momento, es más que suficiente para seguir conteniendo la creciente demanda.Lo cierto es que hay un contexto internacional de aumento de la tasa de interés en los Estados Unidos que, en los últimos días resulta ser mas frecuente como mecanismo del Tesoro norteamericano para absorber capitales en una economía doméstica que cierra cada vez más sus puertas al mundo y sus productos.Otro aspecto a considerar es el regional. Porque la depreciación de las monedas de los mercados emergentes nos obligará a no perder competitividad.Pero el principal problema local es la inflación.Se está previendo un aumento del precio de las naftas como consecuencia del incremento del precio del barril de petróleo a nivel mundial y del tipo de cambio. Si nuevamente aumentan, el efecto multiplicador sobre los precios se hará sentir en las mesas de los argentinos, en el servicio de transporte público y privado. Cada producto tendrá su incremento en el valor final y será difícil frenarlo.En economía se sabe que los aumentos se producen en base al comportamiento de variables económicas que mueven al alza los precios y, fundamentalmente, en las expectativas que disparan la incertidumbre en los principales agentes de la economía que son los que generan el movimiento de los mercados contando con la mayor fuente de información para trasladar sus activos de un destino financiero a otro. Como siempre les digo, dejo afuera a los pequeños ahorristas que no mueven las piezas del tablero del juego del mercado.Por el momento, el dólar le está ganando a la inflación en esta carrera al galope de los últimos días. Si quisieran emparejarla llegar hasta los $24 sería razonable con una inflación anual para el 2018 que, se estima, podría alcanzar el 22%. El tema es que el mercado no entiende lo que está haciendo el Banco Central y va tras sus movimientos. Se pasa de las Lebac al dólar, del dólar a las Lebac. Algunos vendieron y con los pesos en la mano no saben qué hacer. ¿Y saben por qué? Por la sencilla razón de que podría pasar que se deje todo como está, que siga subiendo el dólar para después intervenir y hacerlo bajar de golpe, provocando un descenso que haga perder la rentabilidad obtenida a muchos operadores que hoy están especulando comprando y vendiendo sin rumbo fijo siguiendo los vaivenes del mercado pero, a su vez, fijándolos con nuevas pautas que van estableciendo al compás de sus liquidaciones. Por ahora, el Banco Central sigue interviniendo. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuando quiera o hasta cuando pueda? Hasta cuando quiera, porque poder, está pudiendo. Utilizará más las tasas que las reservas porque no estará dispuesto a vender sumas que excedan los US$1.000 millones diarios. Y en cuanto a las tasas, las Lebac son un instrumento para orientar el carry trade, que es la estrategia utilizada en el mercado de compraventa de divisas por la que un inversor vende una cierta divisa con una tasa de interés relativamente baja y compra otra, diferente, con una tasa de interés más alta. Lo que se comprueba es que, la política monetaria la está manejando nuevamente Federico Sturzenegger , luego que quedara supeditada a los designios de la Jefatura de Gabinete. La aclaración vale para resaltar la reacción de la autoridad monetaria con la venta de reservas y el movimiento de la tasa. “Ante la dinámica adquirida por el mercado cambiario y en un contexto de alta volatilidad internacional” el BCRA anunció el aumento de la tasa de interés, dejando en claro que actuará nuevamente de resultar necesario.Aumentar las tasas tiene su costo. Insisto en la desviación de fondos del sistema productivo al financiero. Pero además , para el Ministerio de Finanzas que tiene que cubrir el déficit fiscal y hacer frente a los vencimientos de deuda, se vería obligado a recurrir a los bonos en dólares en los mercados extranjeros.Hacer frente a la inflación, embestidas de la oposición en el Congreso para frenar el aumento de tarifas y retrotraerlas a valores de fin del año pasado, el freno al proyecto de reforma laboral del gobierno nacional que es considerado como un proyecto de flexibilización, el aumento del dólar, el de las tasas en pesos y dólares, en un mercado internacional cada vez mas cerrado y orientado a fortalecer la moneda estadounidense, pone al gobierno en una situación extremadamente compleja a la que deberá hacer frente en el plazo inmediato.Y a la realidad hay que sumarle siempre el fuerte componente de la expectativa que se materializa en una nueva realidad.Por María Belén Aramburu

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